Hoy es 31 de diciembre y mañana es 1° de enero, el primer día del nuevo año que comienza. Pero para Diego Guelar, quien fue embajador en Estados Unidos, China y Brasil, el 2025 no empieza en la primera fecha del calendario, si no que arrancó antes, en diciembre pasado.
«ESTAMOS FRENTE A UN TSUNAMI DE INICIO DEL 2025»
«El 2025 irrumpió en el mes de diciembre con todo», aseguró el diplomático en una charla con Newsweek Argentina, en la que analizó los desafíos que enfrenta nuestro país a nivel regional y mundial.
«El 2025 empezó en noviembre con la designación de (Donald) Trump. Él ya está operando como si fuera el presidente de los Estados Unidos», comenzó diciendo y advirtió que este nuevo año «empezó con un derrumbe global: asumió Trump, se cae el Gobierno de Francia, se cae el Gobierno de Alemania, está cayéndose a pedazos el Gobierno laborista de Inglaterra, que en cuatro meses perdió el 60% de su credibilidad. Se cayó el Gobierno de Corea del Sur, un país muy importante, el derrocamiento de Bashar Al- Assad en Siria».
Por lo tanto, «estamos frente a una eclosión, frente a un tsunami de inicio del 2025».
Luego, explicó que «el mundo es el hemisferio norte (Canadá, Estados Unidos, La Unión Europea, Rusia, China, Japón), el resto vuelca» y esto se debe a que «ahí se produce el 99% de los episodios políticos, económicos, financieros, ideológicos, tecnológicos, que obviamente vuelcan sobre el sur».
«En el hemisferio norte no existe un enero de vacaciones, solo hay una interrupción de unos días por Navidad y Año Nuevo, pero estamos en el período de más actividad del año», aseveró.
Y subrayó: «Estamos realmente en un momento muy caliente del año, donde los países del hemisferio norte que están en un baile exotérico, no paran», por lo que «este es un dato central para decir cómo empezamos el año no cómo lo terminamos».
«ARGENTINA SALIÓ DEL PRECIPICIO Y HOY TIENE UN HORIZONTE»
Al centrarse en nuestro país, Guelar sostuvo que «la Argentina larga bien el año porque salimos del borde del precipicio donde estábamos y estamos entreviendo que tenemos un horizonte».
«En función de este escenario tan dramático del año 2025 que empieza, la Argentina tiene la inflación controlada, un riesgo país bajo, equilibrio fiscal, la perspectiva de sacar el cepo, con todo esto habilitamos el futuro, habilitamos mirar el horizonte y no el precipicio», destacó.
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Y sintetizó: «O sea, en el marco de la catástrofe, Argentina pasó de estar frente al precipicio a poder mirar un horizonte con optimismo«.
No obstante, hizo hincapié en que «las condiciones generales no son las del mundo en expansión y felicidad porque queda claro que Trump se va a chupar todo el dinero del mundo, como hace obviamente un político que parte del nacionalismo proteccionista.
En consecuencia,va a ser muy difícil que alguien venga a la Argentina a invertir».
«ARGENTINA NO ENTIENDE LO QUE PASA EN EL HORIZONTE»
«Largamos bien porque no tenemos el precipicio y estamos oteando el horizonte, pero no entendemos lo que pasa en el horizonte», afirmó y como ejemplo, señaló: «Estamos peleados con Brasil, no podemos resolver el tema de nuestro gendarme (Nahuel Gallo) porque el presidente no habla con el presidente Lula. (Luis) Caputo, yo he trabajado con él, es un señor de lo más bien educado, lo insultó al presidente (Gabriel) Boric y luego lo ratificó el presidente Milei».
Ante este panorama, dejó en claro que «nuestra capacidad de integrarnos con nuestros vecinos es nuestra credibilidad, no el amor a Trump, a (Elon) Musk, es lo que hagamos en nuestro vecindario».
El entrevistado separó en dos planos el accionar del Gobierno y consideró que en la cuestión económica «lo que hemos hecho bien, y lo felicito al presidente es haber parado la emisión y establecido el principio del equilibrio fiscal».
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«Para completar el éxito del ajuste, él tiene que mostrar con una mano que aprueba un Presupuesto porque ahí está el equilibrio fiscal probado, que hay Corte Suprema con consenso del Senado y que tiene un sistema de integración con los vecinos más Chile», marcó y añadió: «Está tener presupuesto porque ahí se acredita la sanidad de las cuentas, tener Corte porque eso te da seguridad jurídica y tener un esquema de acumulación de poder en la región porque somos con Brasil el mayor productor de alimentos, de energía y de minería del mundo.
«Pero tenemos que mostrar que podemos administrar semejante responsabilidad», remarcó.
Y aclaró: «Eso no está en el plan de ajuste económico, eso no es las cuentas públicas, es otro plan, es la geopolítica o la macropolítica».
«Es otro capítulo y de ese capítulo no entiende nada. Él cree que es ser amigo de Trump», manifestó sin dejar lugar a dudas.
EL MAPA POLÍTICO DE UN MUNDO CONVULSIONADO
Al evaluar las condiciones con las que la Argentina se enfrentará en este 2025, anticipó que «serán muy duras en el mundo, muy difíciles», ya que, «la ideología hegemónica en Occidente es la derecha dura, nacionalista y proteccionista».
«Es la ideología que enterró al socialismo que está liquidado, la izquierda está liquidada y el centro derecha liberal y conservador está muy dubitativo en retirada, muy flojo«, puntualizó.
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A continuación, explicó: «En la derecha dura, yo pongo a China, a Rusia» y adelantó que «la democracia cristiana va a tener que recurrir a la derecha extrema en Alemania para poder gobernar, va a ganar la señora (Marine) Le Pen en Francia, está la señora Meloni en Italia, va a terminar por default no por el talento del PP y va a caer en los próximos meses Pedro Sánchez (presidente de España) y se está cayendo a pedazos una administración que hace cuatro meses ganó por mayoría absoluta (Keir) Starmer, el laborista inglés que triunfó hace cuatro meses por mayoría absoluta y está galgeando ya. Se está cayendo y no tardará en renunciar (Justin) Trudeau (primer ministro de Canadá)».
Frente a este contexto global, insistió: «Nosotros desde el sur estamos diciendo que termina el año, no, desde el hemisferio norte que es el hemisferio de los eventos globales, ya empezaron a ocurrir cosas con toda la fuerza del hemisferio norte de este tiempo y van a seguir ocurriendo en enero, febrero, marzo….».
«Van a haber fuegos de artificio muy fuertes porque esto es muy importante, el hemisferio norte está a pleno. O sea, el receso estival empieza en julio, agosto fuerte y un pedazo de septiembre en el hemisferio norte no ahora en esta época», recalcó.
¿CUÁL ES LA RESPONSABILIDAD DE ARGENTINA EN EL MUNDO?
«La responsabilidad de Argentina en el mundo se llama Mercosur más Chile, ahí está nuestra geopolítica», aseguró.
E indidcó «Es ahí donde tenemos que demostrar que en el marco de todo este berenjenal tenemos una zona de paz con nuestros socios, los dos podemos hacer bombas y no las hacemos, no tenemos frentes de guerra».
Y siguió: «Tenemos economías complementarias muy importantes, podemos operar juntos con el mercado que está más demandante de los productos que nosotros producimos, que es la zona Asia Pacífica, no solamente China, es Japón, es Siria, es Vietnam».
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«Ahí tenemos el mercado de expansión natural porque eso está ocurriendo en Chile, en Uruguay, en Brasil, en Paraguay que no tiene relaciones con China y triangula a través de brokers de Taiwan, pero la soja y la carne paraguaya van a China continental», precisó.
Y por lo tanto, resaltó: «Tenemos gran producción de alimentos, de energía y de minerales que el mundo necesita, no importa si son proteccionistas, lo necesita Estados Unidos, lo necesita Europa, lo necesita China».
«Entonces al margen de toda esta convulsión que existe del hemisferio norte, somos proveedores muy importantes de todas las partes en conflicto. Es una posición privilegiada en el marco de este tsunami», remarcó.
EL COSTO DE INSULTAR A NUESTROS VECINOS
El diplomático colocó el acento en que «frente a esta posibilidad de poder proveer a todos, están los insultos a los líderes de otros países, eso lo llamamos mal ‘la ideología’, ‘el ideologismo'».
Y explicó: «Más allá de la ideología que cada presidente tenga, Lula, Boric son jefes de Estado de países de los que somos socios estratégicos, y cada pueblo elige a sus autoridades como quiere».
«Lo que sucede es que tenemos que tener algo que la Argentina no tiene: respeto, palabra clave. No importa si sos de izquierda, de derecha o de centro, tenés que ser respetuoso. Y nosotros no somos respetuosos, entonces estamos mal», sentenció.
Y alertó: «No es un dato menor porque con irrespetuosos en general, nadie quiere tratar«.
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«En el mundo nosotros tenemos una responsabilidad que es lo que yo llamo el Cono Sur de América o Mercosur más Chile, que es un muy lindo vecindario, nosotros estamos llegando a 600 puntos, ellos ya están 100 y 200 puntos de riesgo país. Tienen todos los recursos que necesitan, están mejorando los niveles de pobreza, tienen estabilidad, reserva».
«Tenemos un muy buen vecindario, ahora nosotros lo insultamos al vecindario, por lo que no damos confianza, debido a que, el marco nuestro es la región, no solo el país», afirmó.
Y dejó en claro que «un presidente que acaba de salir de semejante quilombo, pero tiene 50% de pobreza, como Guayana en índices sociales, no puede despreciar a Chile, a Uruguay, a Brasil».
«NO ESTAMOS EN CONDICIONES DE SUPERIORIDAD FRENTE A NUESTROS VECINOS»
«No estamos en condiciones de superioridad frente a nuestros vecinos, ellos están adelante de nosotros, están mejor que nosotros», aseveró y adelantó: «Si eso no lo entendemos y no nos insertamos amistosamente, no importa quién gobierne, eso lo decide cada país. Por ejemplo, Si en EEUU la presidenta fuera Kamala Harris, tendríamos que tratar con Estados Unidos bajo Kamala Harris».
«La responsabilidad central nuestra está en nuestra región, si esto no lo entendemos somos de baja credibilidad, es decir, algo falla ahí porque la fuente de credibilidad real es la inserción de Argentina en la región», sostuvo.
Y precisó: «Los países de la región están bien, nosotros estábamos mal y ahora nos estamos acercando a los estándares de nuestros vecinos, entonces por qué los maltratamos. Es un dato central de tu comprensión de la realidad porque la realidad es regional».
«Ahora no tenemos más precipicio, tenemos horizonte», destacó y puntualizó: «Quiénes están primero en el horizonte: Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay. Después, los mercados, ahí tenemos claramente a China, La Unión Europea y Estados Unidos. Los tenemos en el horizonte, más lejano y les tenemos que vender».
Es así como «acumular poder frente a los poderosos con nuestros vecinos es fundamental para entender la realidad», aseguró.
El CAMINO DE CRECIMIENTO DE ARGENTINA
Acerca de cuál es el camino de crecimiento que nuestro país debe seguir, Guelar puso el foco en que «Argentina es un extraordinario productor de productos agropecuarios, de genética animal y vegetal, estamos en la primera línea del mundo y tenemos una cantidad de petróleo, gas, que tenemos que explotar más de lo que lo explotamos».
«Tenemos un rubro muy marcado», indicó y consideró que si «en el crecimiento de lo agropecuario, crecemos 2% por año es una maravilla porque estamos produciendo, tenemos tierra, producción, genética animal, vegetal, tecnología agrícola, tecnología genética, grandes especialistas».
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«Hoy los chicos jóvenes son espectaculares en cuanto a productores agrícolas. Ahí tenemos una cultura muy desarrollada», resaltó y agregó que «en minería, una sola provincia que es minera en serio, San Juan, las demás no han podido llegar al nivel de San Juan».
«NUESTRO HORIZONTE ES AUSTRALIA Y CANADÁ»
«Es el camino de Canadá y de Australia», señaló y explicó que «esos dos países hace 60 años igual que Argentina eran naciones agrícolas con números parecidos, periféricos y ricos».
«Canadá y Australia desarrollaron el dato energético y el dato minero, además del dato agropecuario que lo tienen. Eso les dio el salto», resaltó e indicó que en cambio «nosotros fuimos para atrás y hoy estamos lejísimos».
Y con miras al futuro, planteó: «Qué es lo mejor que hay al final de nuestro horizonte: Australia y Canadá, países periféricos ricos, ahí podemos llegar con mucho trabajo, ese es nuestro horizonte al final del camino».
«Ya lo fuimos 50, 60 años atrás, podemos volver a serlo sin ningún lugar a dudas», recordó.
Y concluyó: «Ese es nuestro desafío».