El presidente de Brasil, Lula da Silva, no apoya el ingreso de Venezuela al grupo de los BRICS y aumenta la tensión con el régimen de Nicolás Maduro, en medio de los cuestionamientos por la situación que transita el país tras las elecciones.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, comentó a CNN Brasil que el mandatario le dijo que no está de acuerdo que Venezuela forme parte del bloque económico.
Por su parte, el asesor presidencial Celso Amorim, expresó al mismo medio: “No defiendo el ingreso de Venezuela. Creo que hay que ir despacio. No tiene sentido llenarlo con países, de lo contrario pronto se creará un nuevo G-77”.
Amorim señaló que los BRICS deben “estudiar muy bien la entrada de nuevos países” y “tener una concepción estratégica de las admisiones”, ya que necesita aliados que “puedan contribuir” en el contexto mundial convulsionado por los conflictos y la polarización.
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“Recuerde que el mundo está experimentando actualmente guerras con el potencial de convertirse en guerras mundiales. Entonces, el criterio de admisión es más importante que el propio país”, argumentó.
En la cumbre de los BRICS que comienza este martes en Kazán, Rusia, los países miembros debatirán la creación de una nueva categoría de “países socios”. En este contexto, Venezuela manifestó su intención de ingresar al bloque.
Sin embargo, desde Brasil, Lula ha mostrado preocupación por la situación de violencia que transita el país y recriminó al régimen venezolano su negativa de mostrar las actas electorales para certificar la reelección de Maduro.
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Por su parte, el exembajador de Brasil en Washington, Rubens Barbosa, señaló en una entrevista con WW que “Lula está en un dilema, porque él, de cierta manera, aceptó lo que pasó en Venezuela en términos de democracia y derechos humanos”.
“Si Brasil veta a Venezuela (de los BRICS), se interrumpirá todo el trabajo que se ha hecho hasta ahora para mantener abiertos los canales y las comunicaciones fluidas entre Brasil y Venezuela”, remarcó.
