A principios de marzo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, dialogó por videoconferencia con su par ucraniano, Volodímir Zelenski, quien lo invitó a visitar Kiev para dialogar y que conozca en persona el impacto de la guerra.
Durante su campaña, Lula se había comprometido a trabajar fuertemente para conseguir la paz entre Ucrania y Rusia, e incluso al asumir presentó un plan de mediación, que incluye la constitución de una mesa internacional para el diálogo, compuesta por líderes de países que las dos naciones en conflicto validaran. Moscú admitió estar evaluando la factibilidad de esas propuestas, así como también el programa de 12 puntos presentado por China.
Sin embargo, este martes el presidente brasileño anticipó que no visitará Kiev, pero tampoco irá a Moscú a reunirse con Vladimir Putin, con quien mantiene una buena relación e incluso ya ha dialogado por teléfono. Pese a ello, ratificó que seguirá trabajando para la paz, aunque a distancia.
En ese sentido, minimizó los motivos que dieron origen a la invasión rusa y opinó: «En el siglo XXI, no debería ser posible que tuviéramos guerras por cosas pequeñas».
De todos modos, Lula sí viajó a Washington para reunirse con Joe Biden y tiene prevista una gira a China, donde se encontraría con Xi Jinping. Además, participará de la Cumbre del G20 en Nueva Delhi, donde no está descartada la asistencia de Putin.
