Este martes, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, finalmente viajará a China para reunirse con su par, Xi Jinping, y consolidar la relación bilateral. China es el principal socio comercial brasileño por fuera del Mercosur.
El viaje de Lula se había postergado luego de que Lula contrajera una neumonía y una infección viral que lo obligaron a guardar reposo por una semana. Ya recuperado, viajará este martes y llegará el miércoles.
La intensa agenda del mandatario brasileño tiene dos grandes hitos, y el primero de ellos se concretará el jueves 13 en Shangái: participará de la ceremonia de toma de posesión de Dilma Rousseff como flamante presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, que es el banco de los BRICS.
El segundo punto de interés es la reunión con Xi, que se producirá el viernes 14 en Pekín. Además de abordar temas bilaterales en general, Lula intentará conseguir la apertura del mercado para varios de sus productos y mayores inversiones.
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«Intentaremos convencer a los chinos de que hagan más inversiones aquí, pero también intentaremos venderles aviones Embraer, intentaremos vender más soja, intentaremos vender más maíz, intentaremos vender más carne», anticipó Lula en una entrevista con Voz do Brasil.
No se informó si Ucrania formará parte del temario. Tanto Lula como Xi han presentado sus respectivos planes de paz para poner fin a la guerra por la vía política.
China dio a conocer un plan de 12 puntos, que resultó muy criticado por EEUU y los aliados occidentales de Ucrania, señalando que se trata de un socio de Rusia; en tanto, Lula propuso la conformación de una mes de negociaciones integrada por países que ambas partes consideren neutrales, en la que que podría estar también Brasil.
