Emmanuel Macron enfrenta uno de los momentos más complicados de su gobierno tras una reciente moción de censura que busca debilitar su mandato. Con la pérdida de apoyo en la Asamblea Nacional, el mandatario galo trabaja en un pacto político que le permita mantener la estabilidad y evitar nuevas censuras.
La situación es crítica, ya que ningún bloque político cuenta con mayoría absoluta para garantizar la gobernabilidad.
En este marco, Macron inició consultas con diferentes líderes políticos para nombrar un nuevo primer ministro. Su objetivo es encontrar una figura capaz de generar consenso y superar el bloqueo legislativo. Sin embargo, las tensiones entre los bloques de izquierda, derecha y macronismo complican el panorama. Los conservadores parecen ser la opción más viable para formar una alianza que garantice cierto equilibrio.
La posibilidad de nuevas elecciones legislativas, aunque remota, genera incertidumbre.
Trump eligió a su consuegro como nuevo asesor de Estados Unidos para Medio Oriente
A pesar de los desafíos, Macron continúa trabajando para evitar que su gobierno pierda el control en el Parlamento. Busca consolidar una «mayoría de no censura», una estrategia que, aunque limitada, podría darle margen de maniobra. Figuras políticas clave como Sébastian Lecornu y François Bayrou suenan como posibles candidatos para liderar el Ejecutivo, pero su designación dependerá de acuerdos aún inciertos.
La fragmentación política en Francia no solo pone en riesgo el gobierno de Macron, sino también la confianza en el sistema. Con una Asamblea Nacional dividida y enfrentamientos constantes entre los partidos, el desafío es evitar que el país entre en una parálisis legislativa prolongada.
Macron busca apelar a su responsabilidad como líder para evitar un mayor debilitamiento institucional.