El ex jefe del Banco Central Europeo Mario Draghi es una de las figuras más respetadas en Italia y ha recibido un mandato del jefe del Estado para formar un gobierno.
Tenía previsto iniciar el jueves las conversaciones con los divididos partidos políticos italianos en busca de respaldo para un nuevo gobierno que haga frente a las crisis sanitaria y económica del país. Hoy comenzaría con los más pequeños y se espera que se reúna con los principales partidos el viernes, con muchos líderes políticos indecisos sobre si respaldar su nombramiento o incluso buscar unirse a su nuevo gabinete.
Los mercados financieros han aplaudido la llegada de Draghi, con la esperanza de que pueda encabezar las tan esperadas reformas para impulsar el crecimiento de la tercera economía más grande de la zona euro, reforzando así el bloque monetario. Sin embargo, necesita el respaldo de los partidos de todo el espectro político para asumir el poder.
Mario Draghi, una de las figuras más respetadas en Italia, inicia las conversaciones con los divididos partidos políticos en busca de respaldo para un nuevo gobierno que haga frente a las crisis sanitaria y económica del país.
El partido más numeroso del Parlamento, el Movimiento 5 Estrellas, que desempeñó un papel destacado en las dos últimas coaliciones italianas, señaló inicialmente que no apoyaría a Draghi, pero el jueves se mostró más cauto. «En mi opinión, el Movimiento 5 Estrellas tiene el deber de reunirse (con Draghi), escuchar y luego tomar una posición», dijo Luigi Di Maio, el ministro de Asuntos Exteriores saliente y gran figura del partido.
El ex primer ministro Silvio Berlusconi sugirió que podría estar dispuesto a apoyar un gobierno de Draghi, algo que podría provocar un cisma dentro del bloque de la oposición de derecha. «La decisión del Presidente de la República de nombrar a Mario Draghi para formar el nuevo gobierno va en la dirección que venimos indicando desde hace semanas: la de una personalidad de alto perfil institucional en torno a la cual podemos intentar construir una unidad», sostuvo Berlusconi.
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