Según las primeras versiones, un exempleado de un supermercado Walmart en la localidad de Chesapeake, en el estado de Virginia, ingresó al establecimiento este martes por la noche y abrió fuego contra trabajadores y clientes y luego se habría suicidado. El resultado, una nueva masacre en EEUU que dejó siete víctimas fatales y cinco heridos de diversa gravedad.
La policía informó que arribó al local a las 22.12 luego de una llamada al 911, y al ingresar encontró la dramática escena, con las víctimas en el piso, entre las que se encontraba el agresor. No se confirmó hasta el momento el motivo formal de su muerte, pero las fuerzas aseveran que no llegaron a abrir fuego.
Así lo contó a la CNN el agente de información pública de la Policía de Chesapeake, Leo Kosinski, quien agregó que los cinco heridos fueron trasladados al Hospital General Sentara, en las cercanías de Norfolk
La cadena Walmart emitió un comunicado en el que lamentó el hecho. “Estamos conmocionados por este trágico evento en nuestra tienda de Chesapeake, Virginia. Rezamos por los afectados, la comunidad y nuestros asociados. Estamos trabajando en estrecha colaboración con las fuerzas del orden y estamos enfocados en apoyar a nuestros asociados”, expresaron.
En ese mismo sentido, la senadora del estado de Virginia, Louise Lucas, afirmó que estaba «absolutamente desconsolada de que un nuevo tiroteo masivo en Estados Unidos ocurra en un Walmart en mi distrito en Chesapeake, Virginia, esta noche”, y agregó: “No descansaré hasta que no encontremos soluciones para terminar esta epidemia de violencia con armas en nuestro país que se ha tomado tantas vidas”.
En efecto, esta masacre se produce apenas una semana después de que un exjugador y alumno de la Universidad de Virginia disparara contra el micro del equipo de fútbol americano y matara a tres jóvenes jugadores; a dos días de que un sujeto abriera fuego en un club gay de Colorado matando a cinco personas e hiriendo a 17; y en el mismo año de la matanza de Uvalde, en Texas, donde murieron 21 personas en una escuela.
El ataque de Virginia se produjo a 48 horas de que se celebre el Día de Acción de Gracia en los EEUU, tradicional celebración familiar, y ese fue el triste marco en el que se ejecutaron los asesinatos. En diálogo con la CNN, Joetta Jeffery contó que su madre, Betsy Umphlett, le envió mensajes desde el interior del local durante el tiroteo. Y declaró: “Estoy llorando, estoy temblando. Acababa de hablar con ella sobre comprar pavos para el Día de Acción de Gracias, y luego llegó este mensaje de texto”. La mujer se salvó, pero permanece en estado de shock.
La situación es preocupante: en lo que va de 2022 ya se produjeron más de 600 tiroteos en los EEUU, según Gun Violence Archive. Las restricciones a las armas ha sido uno de los ejes del debate en la última campaña electoral, y el Gobierno de Biden sigue avanzando en un marco legal para limitar su portación a nivel federal, contrarrestando la habilitación garantizada por la Corte Suprema, de perfil conservador.