Desde el entorno de Michelle Obama anticiparon que no participará de la ceremonia de investidura de Donald Trump y volvió a generar incertidumbre por las posibles razones detrás de su decisión.
Será la segunda vez en pocos días que la ex primera dama no acompaña a su esposo, Barack Obama, en actos de relevancia nacional, luego de su ausencia en el funeral de Estado del expresidente Jimmy Carter.
Un comunicado oficial de la oficina de los Obama confirmó que mientras el expresidente asistirá al acto, Michelle no estará presente, sin ofrecer explicaciones claras. La decisión se destaca aún más al recordar que, por protocolo, habría tenido que sentarse junto a Trump, una situación que no pasó desapercibida en los círculos mediáticos y políticos.
Según fuentes cercanas a la familia, Michelle se encontraba en Hawaii durante el funeral de Carter, enfrentando conflictos de agenda. Sin embargo, algunos medios, como Glamour, han insinuado que motivos personales o incluso su negativa a compartir espacios con Trump podrían ser factores determinantes.
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La relación entre Michelle Obama y Donald Trump ha sido tensa desde hace años. La ex primera dama ha sido una crítica vocal de Trump, especialmente por su papel en la campaña «birther», que cuestionó la ciudadanía de Barack Obama. Además, durante las últimas elecciones, Michelle apoyó activamente a Kamala Harris, destacando los riesgos que, según ella, implicaría un nuevo mandato de Trump para las mujeres.
Aunque su ausencia ha dado pie a interpretaciones, Michelle ha sido clara en el pasado sobre su postura frente a Trump. En sus memorias, describió la incredulidad que sintió cuando él sucedió a su esposo en la presidencia. También ha señalado que sus valores y visión del mundo chocan profundamente con los del líder republicano.
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A pesar de estas diferencias, los Obama publicaron un comunicado tras la victoria de Trump, subrayando la importancia de aceptar los resultados democráticos. Sin embargo, esta reciente decisión de Michelle parece reflejar su descontento continuo y una intención de marcar distancia, incluso a costa de romper con la tradición de las primeras familias de asistir a estas ceremonias.