El féretro de la reina Isabel inició el domingo un viaje de seis horas desde su casa estival en las Tierras Altas de Escocia hasta Edimburgo, mientras miles de personas se alineaban en la ruta para rendir homenaje a la difunta monarca, muchos en sombrío silencio, algunos aplaudiendo y otros llorando.
Poco después de las 10 hora local, un auto fúnebre con el féretro de roble de Isabel salió de las puertas del castillo de Balmoral, donde murió el jueves a los 96 años, para dirigirse lentamente hacia la capital escocesa.
El féretro estaba envuelto en el Estandarte Real de Escocia, con una corona encima compuesta por flores tomadas de la finca de Balmoral, incluidos los guisantes de olor, uno de los favoritos de Isabel.
En un emotivo homenaje a su madre el viernes, el nuevo monarca, el rey Carlos, dijo que había iniciado un «último gran viaje» para reunirse con su marido de 73 años, el príncipe Felipe, fallecido el año pasado.
El cortejo desde Balmoral es el primero de una serie de actos que precederá al funeral de Estado en la Abadía de Westminster, en Londres, el 19 de septiembre.
Cuando el auto fúnebre llegó a la pequeña localidad de Ballater, cerca de Balmoral, cientos de personas permanecieron en silencio junto a la carretera, bajo el brillante sol de la mañana y algunos arrojaron flores a la carretera.
«Es como un miembro de la familia, nos abruma la tristeza de que no vaya a estar con nosotros», dijo Elizabeth Alexander, de 69 años, que nació el día en que la reina fue coronada en 1953.
«Hemos viajado mucho para venir aquí, pero sentimos que era realmente importante venir a presentar nuestros respetos a su paso por Ballater», dijo a Reuters una llorosa Nicola Gibson. «Supongo que como todo el mundo, muchas emociones».
Acompañada por la hija de la reina, la princesa Ana, el cortejo salió del remoto castillo y cruzará pintorescas campiñas, pueblos y pequeñas ciudades hasta llegar a Edimburgo, donde el féretro será llevado a la sala del trono del Palacio de Holyroodhouse.
Decenas de miles de personas se han reunido ya en los palacios reales en los días transcurridos desde la muerte de Isabel para dejar flores y presentar sus respetos.
«Sé lo profundamente que ustedes, la nación entera -y creo que puedo decir que el mundo entero- se solidarizan conmigo por la irreparable pérdida que todos hemos sufrido», dijo Carlos en una ceremonia el sábado.
La reina llegó al trono tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI, el 6 de febrero de 1952, cuando sólo tenía 25 años. Su coronación tuvo lugar un año después. Carlos se convirtió en rey justo tras la muerte de su madre y fue proclamado de manera oficial como nuevo monarca en una ceremonia llena de fastos y tradiciones centenarias.
El día del funeral de Isabel será festivo en Reino Unido, según anunciaron las autoridades. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que acudirá, aunque aún no se han dado a conocer todos los detalles del evento ni los asistentes.
Antes, su féretro será trasladado en avión a Londres y habrá una solemne procesión cuando sea trasladado desde el Palacio de Buckingham al Westminster Hall, donde permanecerá cuatro días.
Liz Truss, cuyo nombramiento como primera ministra el martes fue el último acto público de la reina, se unirá al rey Carlos para recorrer las cuatro naciones que conforman el Reino Unido en los próximos días.