El Servicio Secreto reforzó la seguridad de Donald Trump luego de que le llegara información sobre un complot de Irán que tenía como objetivo asesinar al candidato del Partido Republicano.
Por ahora, no hay datos que conecten este hecho con el tiroteo que sufrió el expresidente el sábado pasado, según informó CNN. Las autoridades no encontaron información que muestre que el complot iraní tiene algún vínculo con Thomas Matthew Crooks, el joven que le disparó al exmandatario el sábado pasado.
Un funcionario de seguridad nacional de EEUU afirmó que el Servicio Secreto y la campaña de Trump fueron informados de la amenaza previo al mitin del sábado.
«El Servicio Secreto se enteró del incremento del peligro por esta fuente de amenazas», aseveró el funcionario a CNN.
«El NSC contactó directamente con un alto nivel del Servicio Secreto para estar absolutamente seguros de que continuaban rastreando los últimos informes», precisó.
Y agregó que «el Servicio Secreto compartió esta información con el jefe de la unidad y la campaña de Trump fue informada de la evolución de la amenaza».
«En respuesta al aumento de la amenaza, el Servicio Secreto incrementó los recursos y activos para la protección del expresidente Trump. Todo esto fue antes del sábado», marcó.
La campaña de Trump no quiso decir si tuvo conocimiento de la amenaza de Irán.
«No hacemos comentarios sobre el dispositivo de seguridad del presidente Trump. Todas las preguntas deben dirigirse al Servicio Secreto de Estados Unidos», detalló en un comunicado.
Anthony Guglielmi, portavoz de la agencia, compartió, el domingo mediante un comunicado, que recientemente «añadió recursos y capacidades de protección al destacamento de seguridad del expresidente».
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