Venezuela se acerca a una fecha crucial. El próximo 10 de enero está programada la toma de posesión de Nicolás Maduro, quien busca mantenerse en el poder tras unas elecciones nuevamente salpicadas de sospechas por fraude.
Como en ocasiones anteriores, estos últimos comicios fueron objeto de denuncias por la falta de transparencia en las actas oficiales. La oposición insiste en que el verdadero ganador es Edmundo González, un hecho que mantiene la causa en revisión judicial, aunque los avances son escasos en un sistema que suele favorecer al régimen chavista.
En este contexto, se abren posibles escenarios que podrían impedir o al menos complicar la continuidad de Maduro, dando lugar a una transición política que respete la voluntad popular.
El 10 de enero como punto de inflexión / Movilización masiva en las calles
La fecha marcada para la juramentación podría convertirse en un momento decisivo. Si las denuncias de fraude ganan suficiente peso público y diplomático, la transición podría acelerarse ese mismo día. En tanto, la presión popular es clave. Millones de personas en Caracas y otras ciudades exigiendo reconocimiento a González Urrutia como presidente electo podrían forzar al régimen a reconsiderar su posición.
Reconocimiento internacional
El respaldo de más países y organismos internacionales a González antes de la juramentación podría aumentar la presión sobre Maduro, debilitando aún más su legitimidad.
Asamblea Nacional en acción
Una declaración formal de ilegitimidad por parte del parlamento venezolano, sustentada en pruebas de fraude, podría deslegitimar la ceremonia de juramentación de Maduro y aumentar el respaldo a la oposición.
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La postura de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
El apoyo de los militares es crucial para cualquier gobierno en Venezuela. Si las fuerzas armadas deciden no respaldar la continuidad de Maduro, su régimen podría enfrentar una crisis interna insostenible.
Boicot diplomático a la ceremonia
La ausencia de embajadores y figuras internacionales en la juramentación, acompañada del respaldo a eventos paralelos de la oposición, sería un golpe simbólico significativo contra Maduro.
Intervención diplomática regional
El apoyo activo de países vecinos y potencias internacionales puede incluir sanciones inmediatas o mediación para obstaculizar la continuidad de Maduro si intenta asumir el cargo.
Respuesta masiva el día clave
Si Maduro insiste en juramentarse, la estrategia debe incluir una respuesta contundente en las calles y en la arena internacional, consolidando el rechazo al régimen y exigiendo el respeto a los resultados electorales.
Aunque los obstáculos son enormes, estos escenarios plantean un camino complejo, pero posible, para que Venezuela transite hacia un futuro político diferente. La clave estará en la organización y la presión interna y externa en estos días críticos.