«Esta pandemia por covid-19 está lejos de terminar”, advirtió este miércoles el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Recordó también que seis semanas antes, “cuando solo se registraron 100 casos fuera de China y ninguna muerte”, había declarado el nivel más alto de alerta sanitaria en la OMS”. Esto es una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Pero, esta calificación no logró sus efectos inmediatos. En cambio, más tarde, la organización fue criticada de haber tardado demasiado en tomar medidas contra el desastre que se avecinaba. “Dos años después, más de 6 millones de personas han muerto”, apuntó Ghebreyesus.
Aunque los casos y las muertes notificados están disminuyendo en todo el mundo, y varios países han levantado las restricciones, la pandemia está lejos de terminar. Y no terminará en ninguna parte hasta que termine en todas partes, dijo el titular de la OMS.
El doctor Ghebreyesus añadió que muchos países de Asia y el Pacífico enfrentan aumentos repentinos de covid-19 casos y muertes. El virus continúa evolucionando y se sigue enfrentando grandes obstáculos para distribuir vacunas, pruebas y tratamientos en todos los lugares donde se necesitan.
“A la OMS le preocupa que varios países estén reduciendo drásticamente las pruebas. Esto inhibe nuestra capacidad de ver dónde está el virus, cómo se está propagando y evolucionando. Las pruebas siguen siendo una herramienta vital en nuestra lucha contra la pandemia, como parte de una estrategia integral.
Este miércoles la OMS ha publicado una nueva guía sobre autodiagnóstico para covid-19. A través de esta, se recomienda que se ofrezcan autodiagnósticos además de los servicios de pruebas administrados por profesionales.
“Esta recomendación se basa en evidencia que muestra que los usuarios pueden autoevaluarse de manera confiable y precisa. Y que la autoevaluación puede reducir las desigualdades en el acceso a las pruebas”.
La guía incluye consideraciones de implementación que pueden guiar las decisiones sobre si adoptar y cómo adoptar las autopruebas en diferentes contextos. Incluidas las poblaciones a las que se está dando prioridad. La prevalencia de la enfermedad en esa población. Y el impacto en la accesibilidad de las pruebas, los servicios de atención médica y la notificación de resultados.
“La forma en que los países utilizan la autoevaluación deberá adaptarse de acuerdo con las prioridades nacionales. Así como a la epidemiología local y la disponibilidad de recursos, con aportes de la comunidad”, dijo Ghebreyesus.
Publicado en cooperación con Newsweek en español