Los contrastes entre el acceso a la vacuna contra el COVID que existe entre las naciones desarrolladas y el Tercer Mundo son una gran preocupación para la Organización Mundial de la Salud. Por eso la OMS les pidió a los países ricos que están en pugna por el suministro de las vacunas para el COVID-19 que piensen en la situación del personal sanitario de las naciones más pobres.
«Todos tenemos que ponernos en su lugar», dijo a periodistas Mike Ryan, máximo experto en emergencias de la OMS. «Pelean por el pastel, cuando otros ni siquiera tienen acceso a las migajas». «Creo que tenemos que pararnos a pensar en nuestros valientes colegas y en la situación en la que se encuentran hoy y en lo que vamos a hacer al respecto», agregó.
Mientras tanto en Europa continúan los reclamos hacia los laboratorios por su retraso en la distribución de vacunas. AstraZeneca ha publicado su contrato con la Comisión Europea, en un momento en el que ambas partes están inmersas en una disputa a causa de los recortes en los suministros. El contrato se firmó el 27 de agosto y la versión publicada contiene partes redactadas relacionadas con cierta información confidencial, como las facturas.
AstraZeneca y la UE habían firmado un acuerdo de hasta 400 millones de dosis de la vacuna. La semana pasada, la empresa anunció inesperadamente la reducción de los suministros al bloque, alegando problemas de producción en una fábrica belga, lo que desencadenó una airada respuesta por parte de Bruselas.
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