El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue operado “con éxito” este domingo por una obstrucción intestinal, un nuevo problema de salud derivado del ataque que sufrió en 2018.
Tras ser internado el pasado viernes, este sábado fue trasladado de Natal a Brasilia “por decisión personal”. Allí fue ingresado en el Hospital DF Star, donde se sometió a una cirugía.
Según el parte médico, la obstrucción fue resultado de “un pliegue en el intestino delgado que dificultaba el tránsito intestinal y que se deshizo durante el procedimiento para liberar las adherencias”.
La operación para extender la lisis de adherencias y reconstruir la pared abdominal duró 12 horas y se realizó “sin complicaciones y sin necesidad de transfusión sanguínea”, indicaron los profesionales.
Tras la cirugía, Bolsonaro quedó internado en la Unidad de Terapia Intensiva, donde se encuentra “estable” y “sin dolor” avanzando en su recuperación, con “apoyo clínico, nutricional y de prevención de infecciones”.
Esta es la séptima vez que el expresidente brasileño debe ser intervenido desde el ataque que sufrió durante la campaña electoral de 2018, cuando fue apuñalado en el abdomen durante un encuentro.
