El líder del régimen en Nicaragua, Daniel Ortega, busca llevar a cabo una reforma de la Constitución que tiene dos objetivos principales: alargar el mandato presidencial de cinco a seis años y crear un nuevo cargo: el de «copresidenta», que sería ejercido por su esposa y actual, vicepresidenta, Rosario Murillo. De esta manera, la dictadura contaría con un «copresidente» y una «copresidenta».
En el artículo 133 detalla que «la Presidencia de la República está integrada por un co-presidente y una co-presidenta, que se eligen mediante el sufragio universal, igual, directo, libre y secreto, resultando electos quienes obtengan la mayoría relativa de votos».
Y en el 135 agrega: «El co-presidente y la co-presidenta ejercerán sus funciones por un período de seis años, que se contará a partir de su toma de posesión. Dentro de este período gozarán de inmunidad de conformidad con la ley».
Esta iniciativa, que ya cuenta con la aprobación de la Asamblea Nacional manejada por el oficialismo, le otorga al Poder Ejecutivo más poder, debido a que, lo autoriza a controlar el órgano judicial y el legislativo.
El texto precisa que el jefe de Estado podrá «articular y supervisar» a los otros dos poderes.
En esa línea, el artículo 129 establece que «la Presidencia de la República ejerce la jefatura de Estado y de Gobierno».
Además, el artículo 8 añade que «el pueblo ejerce el poder del Estado a través de la Presidencia de la República que dirige al Gobierno y coordina a los órganos Legislativo, Judicial, Electoral y de control de la Administración Pública y Fiscalización y los entes autónomos».
La iniciativa tiene otros fines que reflejan la intención del régimen de instalar su ideología. Uno es por ejemplo la incorporación de la bandera rojinegra del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como símbolo patrio.
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Asi se precisa en el artículo 13: «Los símbolos patrios son: el Himno Nacional, las banderas de lucha antiimperialista del General Augusto C. Sandino y de la Revolución Popular Sandinista, las banderas azul y blanco y la rojinegra, y el escudo nacional».
También pretende volver a llevar adelante la demanda de Nicaragua contra Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia por su «intervención» en la guerra civil durante la década del 80.
Aquí el objetivo de Ortega es culpabilizar a EEUU por la crisis interna que atravesó la población nicaraguense.
CREACIÓN DE UNA NUEVA POLICÍA
El artículo 97 indica que «la Policía Voluntaria como cuerpo auxiliar de apoyo a la Policía Nacional, integrada por ciudadanos y ciudadanas nicaragüenses que prestan sus servicios de forma voluntaria».
Ortega también quiere llevar adelante cambios en el ejército, para lo cual pretende modificar el artículo 92 e incluir que «el Ejército de Nicaragua, heredero directo del ejército defensor de la soberanía nacional del general Augusto C. Sandino y del Ejército Popular Sandinista, es el pueblo mismo uniformado y organizado para defender la paz, la soberanía, la independencia, la autodeterminación y la integridad territorial».
Y remarca que «el Ejército de Nicaragua está bajo el mando de la Presidencia de la República como Jefatura Suprema. Debe guardar protección, respeto subordinación la presente Constitución. Es una institución obediente y no deliberante».
Con esta reforma, el régimen modificaría la Constitución por doceava vez desde el 2007 cuando Ortega llegó al poder.
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