Según lo informaron varios medios rusos, Ravil Maganov, presidente de Lukoil, segundo productor de petróleo de Rusia, murió este jueves tras caer por la ventana de un hospital en Moscú.
El empresario de 67 años se habría precipitado al vacío en circunstancias que no quedan claras y, de hecho, hay dudas sobre la investigación en curso. Mientras que desde el entorno de Maganov le dijeron a Reuters que creían poco probable que pudiera tomar la decisión de suicidarse, fuentes de la empresa avalaban esa hipótesis, aunque admitían no tener pruebas de ello.
De hecho, Lukoil sostuvo en un comunicado que su expresidente «falleció tras una grave enfermedad”. “Los miles de empleados de Lukoil lamentan profundamente esta dolorosa pérdida y expresan sus más sinceras condolencias a la familia de Ravil Maganov”, expresó la compañía.
El empresario (de familia vinculada a la energía, al punto que su hermano Nail dirige la petrolera Tatneft) trabajaba en Lukoil desde 1993, poco después de su creación, tras la caída del Muro de Berlín, y había supervisado su refinado, producción y exploración. Se convirtió en presidente en 2020.
A diferencia de otras empresas rusas, Lukoil se mostró abiertamente en contra de la invasión. El 3 de marzo había pedido que “se ponga fin al conflicto armado lo antes posible”, a través de una mesa de diálogo.
Consultada por la agencia, la Policía de Moscú no quiso responder si el caso estaba siendo investigado como muerte sospechosa y derivó la pregunta al Comité de Investigación del Estado.
Sobran motivos para poner en duda las circunstancias de la muerte de Maganov, ya que se suma a una seguidilla de muertes misteriosas de empresarios poderosos en Rusia, especialmente en el sector energético, en el marco de la invasión a Ucrania, que ha multiplicado las ganancias de ese sector.
Por caso, el ejecutivo de Gazprom Alexander Tyulakov fue encontrado muerto en su garaje, en las inmediaciones de San Petersburgo, apenas un día después del inicio de las acciones militares. Y poco después, en abril, Sergei Protosenya, un ex alto directivo de Novatek, el mayor productor de gas natural licuado de Rusia, fue encontrado muerto junto a su mujer y su hija en España, en un caso que estuvo en las primeras planas durante días. Las autoridades catalanas creen que él las mató y luego se suicidó, pero el caso no está cerrado.
Al mes siguiente, un exdirectivo de Lukoil, Alexander Subbotin, también fue encontrado muerto en el sótano de una casa, cerca de Moscú; mientras que Vladislav Avayev, exvicepresidente de Gazprombank, apareció sin vida junto a su mujer y su hija en un departamento de la capital rusa.