Los ciudadanos de París votaron este fin de semana a favor de la prohibición del uso de los monopatines eléctricos de alquiler en la ciudad, medida que se haría efectiva a partir del 1° de septiembre.
Se trata de los famosos “patinetes” de motor eléctrico a los que se puede acceder temporalmente a través de una aplicación para smartphones. Están operativos desde 2018, y sus detractores aseguran que han convertido a la capital francesa en un verdadero caos, por su despliegue anárquico.
Por eso, en 2020 el municipio ya había reducido el número de operadores a solo tres, desde los 12 iniciales, y les dio un contrato por apenas tres años, con la exigencia de que esos vehículos no superaran los 20km/h. Al mismo tiempo, designó áreas específicas para estacionarlos. Esos contratos vencen en septiembre y, luego del referéndum, no serían renovados.
Para definir qué hacer al respecto, la alcaldesa parisina Anne Hidalgo abrió una consulta popular, en la que finalmente el 89% de los votantes se inclinó por poner fin a los monopatines de alquiler público en la ciudad. Y prometió cumplir la voluntad popular.
Sin embargo, las cosas no son tan simples, y se abrió una discusión democrática en la ciudad. Sólo asistió a votar el 7,46% del padrón, lo que pone en tela de juicio el valor representativo de la medida.
Anne Hidalgo, alcaldesa de París, se comprometió a respetar la voluntad popular, pero solo concurrió a las urnas menos del 8% del padrón (REUTERS/Sarah Meyssonnier/File Photo)
En ese sentido, los operadores de monopatines hicieron foco en esa baja participación y pidieron a Hidalgo encontrar una solución intermedia.
«Mantenemos la esperanza de que podemos seguir trabajando con la alcaldesa Hidalgo para adoptar normas sensatas en lugar de una prohibición de los patinetes eléctricos, y evitar un paso atrás para París», aseguró un portavoz de la empresa Lime. En tanto, desde la empresa Dott explicaron que la baja participación es producto de un método sumamente restrictivo de votación, que ahuyentó a los votantes. De ese modo, quienes sí decidieron ir a las urnas fueron los grupos etarios de mayor edad, quienes no son usuarios de estos servicios.
Vale señalar que, más allá de que la norma se termine aplicando desde septiembre, no está prohibida la circulación de los monopatines particulares. La pregunta en el referéndum era muy concreta: “¿A favor o en contra de los patinetes de alquiler?”.
Hidalgo, cuyo mandato vence en 2026, viene llevando adelante una fuerte campaña en contra de este sistema de transporte urbano que se ha masificado en los últimos años como respuesta al caos de tránsito habitual de París. Pero su irrupción ha generado conflictos, como ocurre en todo el mundo. Además de que se podían tomar y abandonar en cualquier punto de la ciudad, también muchas veces suben a las veredas ante la falta de asfalto en calles empedradas o superan la velocidad permitida en las bicisendas, causando algunos accidentes.
