El expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, cuestionó la manera en la que el Gobierno de Javier Milei está tratando el brote de dengue.
Se centró en la escacez de repelente que hay en Argentina y manifestó: «Me consta porque han venido algunos argentinos y se han llevado bastante repelente de acá».
Cómo conseguir el repelente gratuito que produce la Provincia de Buenos Aires
En su columna de todos los jueves en el programa de Gustavo Sylvestre en Radio 10, fue claro y sostuvo: «Que viajen a Brasil a conseguir porque nosotros nos vamos a quedar en la lona».
Definió como «doloroso» lo que sucede: 129 muertos y más de 180.000 contagios de dengue y consideró que eso obedece a la «falta de provisión» respecto a lo que podía llegar a pasar.
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Por lo tanto, aseguró que «creo que estos son problemas que han venido para quedarse» e hizo hincapié en que «no se puede reducir la idea de seguridad a una cuestión policial o militar; la idea de seguridad, cada vez más, está embebida de la cuestión sanitaria, de hacer frente a los desafíos que impone la salud pública».
«Esta actividad en el Estado pasa a ser una cuestión central porque varios índices globales están indicando que están pasando cosas en el mundo que afectan los clásicos ciclos biológicos», advirtió y añadió: «Estamos expuestos en esta humanidad de 8000 millones de personas que se mueven incesantemente de un lado hacia el otro, con un clima inestable que influye en los equilibrios de la biología».
«Eso desata consecuencias directas e indirectas que no podemos medir en el foco de la vida de los virus, en el campo de los eucariotas, de lo que podemos llamar la vida invisible, pero que es cuantiosa y sobre la cual reposa, para bien y para mal, nuestra propia existencia», alertó.
A los investigadores de América Latina «tienden a captarlos y a llevárselos» a otros países.
Aquí subrayó: «Tendemos a perder el capital activo más valioso de nuestras sociedades, pero que suele no hacer ruido; y está allí y no le damos valor. Adquiere un valor cuando las papas queman y después nos olvidamos, y así sucesivamente. Se necesita una política de Estado de largo aliento que visualice estas cuestiones».
«Pero como estas cuestiones tocan el presupuesto y son de mediano y largo plazo todavía apurados por el déficit fiscal y todo lo demás es de lo que menos se van a acordar, y una de las tantas desgracias de nuestra América Latina», afirmó.
Para concluir, aseveró: «La Argentina, más que nunca, esa alegre y formidable Argentina que fue esplendorosa, cada vez se parece más a lo que es nuestra pobre América Latina» por lo que pidió: «Seamos consientes, humildes y luchemos, pero recordemos que ningún cordero se salvó balando».