Violentos choques entre la policía y manifestantes por la destitución del presidente Martín Vizcarra, dejaron al menos 27 heridos, algunos con balas de goma y otros con armas de fuego, dijeron varias fuentes.
Miles de personas marcharon durante la noche por el centro de Lima, en una de las manifestaciones más grandes de las últimas dos décadas, en rechazo al nombramiento del presidente interino Manuel Merino, que reemplazó a Vizcarra a cinco meses de las elecciones generales de abril para completar el mandato hasta julio de 2021.
El director del hospital Almenara de Lima, Jorge Amoros, dijo a periodistas que al centro ingresaron dos heridos, y que uno de ellos se encuentra en la unidad de cuidados intensivos. «Ambos heridos con armas de fuego», afirmó. «Se trata de perdigones (…) la condición de uno de ellos es de cuidado».
La coordinadora nacional de Derechos Humanos reportó que las protestas dejaron 11 heridos, entre ellos algunos periodistas, que presentaron impactos de proyectiles y contusiones.
Por cuarta noche consecutiva desde la expulsión de Vizcarra, centenares de personas en Lima y algunas regiones del país han tomado las calles, con varios enfrentamientos con la policía que ha usado bombas lacrimógenas y disparos para dispersarlos.
En las redes sociales se ha denunciado una respuesta desmedida de la policía, agentes de seguridad infiltrados entre los manifestantes y hasta del uso de gas pimienta desde helicópteros, información que fue negada por el Gobierno.
El ministro de Interior, Gastón Rodríguez, rechazó que la policía haya utilizado armas letales y destacó que sólo usa gases lacrimógenas y balas de goma cuando una protesta se desborda.
«La reacción de la policía se da cuando hay un ataque al patrimonio público o cuando hay una agresión directa como ocurrió ayer», afirmó a periodistas. La policía informó que la protesta dejó 16 civiles heridos, contusos y con balas de goma, y 11 policías heridos con golpes y quemaduras de bombardas.
La autónoma Defensoría del Pueblo rechazó por Twitter «las amenazas» que estarían sufriendo abogados de organizaciones de derechos humanos y solicitó la actuación de la fiscalía.
ÁNIMOS CALDEADOS
Imágenes de televisión mostraron el cruce de gases lacrimógenos arrojados por la policía y de piedras y bombardas lanzadas por los manifestantes. La protesta dejó cajeros automáticos de bancos y vitrinas de negocios destrozados.
Los manifestantes son en su mayoría jóvenes -entre ellos muchos universitarios- y las protestas tuvieron lugar desde entrada la noche tras una convocatoria en redes sociales.
«Todo Perú está encendido, todos estamos muy enojados por la situación que está pasando en nuestro país», dijo José Vega, un manifestante en Lima, donde muchos portaban pancartas diciendo que Merino no los representa.
La oficina regional de derechos humanos de la ONU dijo el jueves que estaba recibiendo «información inquietante» sobre las protestas. En tanto, la Comisión Interamericana de DDHH mostró su preocupación por la actuación «excesiva» de la policía y por las detenciones durante las protestas.
Vizcarra, que fue destituido alegando «incapacidad moral» en medio de denuncias de presunta corrupción, afirmó que la presidencia de Merino es ilegal y que el país se ha paralizado.
El artículo 113 de la Constitución de Perú dice que la vacancia del cargo del Presidente de la República puede ser decidida, entre otras razones, por «su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso».
«Tenemos un país donde la población, con justa razón, está saliendo a reclamar las medidas que ha tomado el Congreso a través de un asalto al Poder Ejecutivo», manifestó.
Un juez dictó 18 meses de impedimento de salida del país a Vizcarra mientras investigan el caso de corrupción. El fiscal Germán Juárez, quien solicitó la medida restrictiva, dijo que «hay posibilidad de que Vizcarra pueda asilarse en Bolivia».
Perú ha transitado por constantes escándalos de corrupción que han llevado a tres expresidentes a prisión preventiva y otro al suicido en las últimas dos décadas.
En tanto, la moneda peruana bajó un 0,08%, a una nuevo mínimo de 18 años pese a varias intervenciones de banco central para atenuar la tendencia. El referente de la Bolsa de Lima subía por su parte un 1,42%.