El Gobierno de China, liderado por Xi Jinping, está llevando adelante una importante reforma del Estado para encarar una crisis global y evitar una posible recesión.
El fin de la política de “Cero Covid”, el restablecimiento de todas las actividades, la reapertura de fronteras, nuevas reglas de control financiero y la firma de acuerdos comerciales internacionales con numerosos países son algunas de esas medidas para pilotear la crisis.
Pero este martes, anunció que está en estudio una iniciativa que apuesta a la sostenibilidad de sistema a largo plazo: retrasar la edad jubilatoria, ante el envejecimiento de su población que, además, inició un proceso de reducción.
Según el Ministerio de Recursos Humanos chino, citado por el diario estatal Global Times, será un proceso gradual, pero todavía se encuentra en estudio.
“Se estudia una vía progresiva, flexible y diferenciada para elevar la edad de jubilación”, aseguró Jin Weigang, presidente de la Academia China de Ciencias del Trabajo y de la Seguridad Social, y explicó que “las personas que se acerquen a la edad de jubilación sólo tendrán que retrasarla varios meses”.
Sin embargo, admitió que “los jóvenes quizá tengan que trabajar unos años más”, aunque ellos contarán con “un largo período de adaptación y transición”. Y resumió: “La característica más importante de la reforma es permitir que la gente elija cuándo jubilarse según sus circunstancias y condiciones«.
Actualmente, China ostenta una de las edades jubilatorias más bajas del mundo. Los hombres pueden hacerlo a los 60, mientras que las mujeres tienen dos clasificaciones: a los 55 las trabajadoras calificadas y a los 50 las que trabajan en fábricas, dado que su salud sufre un mayor impacto.
(Con información de Reuters)