Tras conocerse la decisión de Uruguay de comenzar negociaciones con China para alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral, el Mercosur parece estar debilitándose. Este jueves, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que no asistirá a la cumbre del Mercosur de la próxima semana en Asunción, Paraguay.
«Dije que no voy a ir. En política, puedes dar marcha atrás en algunas cosas, pero mi decisión hasta ahora es no ir al Mercosur, a pesar del llamado de Marito», dijo en una entrevista a la cadena de noticias CNN Brasil. No obstante, el mandatario ultraderechista expresó que “le gusta mucho” su par paraguayo, Mario Abdo Benítez, pero sostiene su decisión de no ir a la cita que se llevará a cabo el 21 y 22 de julio de manera presencial por primera vez después de dos años de celebrarse de forma virtual por la pandemia.
Hasta el momento el mandatario brasileño no justificó su decisión y el gobierno aún no informó quién viajará en su lugar.
Un acuerdo del año 2000 del Mercosur establece que cualquier negociación con terceros países tiene que contar con el aval del resto de socios. Sin embargo, los miembros del bloque negocian desde hace años una posible flexibilización para que los países negocien acuerdos comerciales con terceros países de forma independiente, aunque también discrepan sobre la reducción del arancel común. Estas discusiones generaron obvias fisuras y, a pesar de no saber más detalles sobre los motivos que llevaron a Bolsonaro a cancelar su participación en Asunción, la unión del Mercosur parece estar en jaque.
El mandatario ultraderechista, candidato a la reelección en los comicios de octubre, debe poner toda su atención en su campaña para conseguir un triunfo. Pues según el último relevamiento realizado por Datafolha a principios de este mes, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva es el favorito para ganar las elecciones con una intención de voto de 47% frente a un 28% de Bolsonaro.