Emmanuel Macron se convirtió el domingo en el primer presidente francés en ganar un segundo mandato en 20 años. En los comicios del ballotage, el líder centrista derrotó a Marine Le Pen con el 58,2% de los votos sobre el 41, 8% de la candidata de Agrupación Nacional.
Esta victoria, aunque con un alto nivel de abstención o votos en blanco como el récord histórico de votos a la ultraderecha, desencadenó protestas y disturbios en las calles de todo el país obligando a la policía a usar gases lacrimógenos para despejar áreas.
Asimismo, se dio una victoria más estrecha que en 2017 cuando Macron venció a Le Pen con un 66,1% de votos contra 33,9% convirténdose en el presidente más joven del país. «Gracias por todo», escribió Le Pen en su cuenta de Twitter y luego agregó en declaraciones a la prensa: «El resultado de esta noche representa en sí mismo una victoria rotunda. No tengo ningún resentimiento ni rencor por haber perdido».
Europa estaba expectante a los resultados de los comicios con intereses marcado por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y el temor por el ascenso de figuras conservadoras. Mientras el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, felicitó a Macron a través de las redes sociales, la gente que se manifestaba en las calles de París y Lyon pensaba lo contrario.
El reelecto presidente francés se ha convertido en un líder mundial clave en medio de la invasión rusa de Ucrania dispuesto al diálogo y como mediador, mientras que Le Pen se enfrentó a críticas por su apoyo previo a Putin, por lo que si hubiera ganado fortalecería a Moscú, debilitaría a la OTAN y generaría crisis en la Unión Europea.
Fuente: Publicado en cooperación con Newsweek y www.noticiasargentinas.com