Hakan Bilgin, paramédico y presidente de Médicos por el Mundo en Turquía, habló esta mañana con Ari Paluch en Radio Rivadavia y precisó que él se encontraba en la ciudad de Adana, que se ubica al suroeste del país en donde, según indicó, la situación provocada por el terremoto «es mucho más suave» porque la repercusión fue menor en comparación a lo ocurrido en Antakya.
En ese sentido contó que Antakya «es una ciudad que antes de la guerra en Siria tenía una población de 100.000 habitantes pero luego del conflicto bélico recibió a más de medio millón de refugiados sirios» y en consecuencia, remarcó que fue una localidad «que se desarrolló mucho con construcciones nuevas». «Pero la amplitud del terremoto fue tan fuerte que con la primera onda ya se cayeron muchos edificios antiguos», subrayó al tiempo que hizo hincapié en que «con las repeticiones terminaron de derrumbarse los edificios que no se habían caído».
Ese panorama, «nos complica mucho la vida para rescatar a la gente», afirmó y explicó que «los equipos no pueden estar bajo los escombros con las repeticiones que llegan todo el tiempo». En ese punto, agregó que hubo repeticiones «que se produjeron a las 4.20 de la mañana por lo que todo el mundo estaba en su casa» y recalcó que «los que pudieron salir, lo hicieron en pijama y el resto quedó bajo los escombros».
Por lo tanto, admitió que «esa es la parte más dura» y manifestó que «los equipos están ahí todo el tiempo e intentamos salvar a todas las personas que podemos». En ese punto, destacó que «hay una respuesta y una solidaridad internacional increíbles: llega mucha gente de muchos países con muchas cosas y gente para ayudar también» y si bien advirtió que «los primeros tres o cuatro días van a ser los más difíciles», resaltó que «después la ayuda va a empezar a llegar de forma más fácil».
Acerca de lo que sucede en Siria, remarcó que «las oficinas que tenemos allí fueron destruidas» por lo que aseveró que «la situación en ese país es muy difícil» y puso el foco en que «no hay todos los recursos humanos y económicos que hay en Turquía»