La policía de Berlín dispersó una protesta masiva en la capital alemana contra las medidas para contener la propagación del coronavirus debido a que los manifestantes no estaban respetando la distancia social y no llevaban tapabocas como se les había ordenado.
La protesta se produjo en un momento en que los contagios aumentan en toda Europa y la frustración pública por las medidas para contener el virus crece en algunos sectores. Eventos similares tuvieron lugar en París, Londres y otros ciudades de Europa.
Un tribunal regional alemán había dado luz verde a las manifestaciones planeadas en Berlín contra las medidas de restricción para frenar los contagios de coronavirus, sentenciando en contra de la prohibición de la capital de tales protestas.
Unos 3.000 agentes de seguridad habían sido desplegados para controlar la marcha en la que participaban unas 18.000 personas. La policía se había estado preparando para posibles actos de violencia, ya que los activistas han instado en las redes sociales a sus seguidores de toda Europa a armarse y reunirse en Berlín.
Los activistas, enfadados por la decisión de Berlín en prohibir las protestas después de que los participantes de una reciente manifestación no llevaran tapabocas ni guardaran distancia entre ellos, realizaron miles de solicitudes de nuevas protestas este fin de semana.
«Los actos planeados por varias iniciativas para el 29 de agosto contra el manejo de la pandemia por parte los Gobiernos federal y estatal pueden tener lugar», dictaminó el tribunal.
Hasta ahora Alemania ha gestionado la crisis del coronavirus mejor que muchos de sus homólogos europeos, con la rigurosa aplicación de pruebas que ayudan a controlar las infecciones y las muertes.
Pero las nuevas infecciones diarias se han acelerado en las últimas semanas, como en gran parte del mundo.
El viernes, la canciller Angela Merkel instó a los ciudadanos a mantener la guardia contra el virus. «Este es un asunto serio, más serio que nunca, y hay que seguir tomándolo en serio», dijo.
