El presidente ruso Vladimir Putin no viajará a Nueva York para la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, confirmó el Kremlin, citando la situación «inestable» del coronavirus en Estados Unidos.
Putin y otros líderes mundiales debían asistir a la 75a reunión de la Asamblea General de la ONU el 22 de septiembre. Pero, ante las dificultades para controlar la pandemia en Estados Unidos, algunos líderes optarán por participar virtualmente. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el martes a la agencia de noticias estatal rusa Tass que no sería prudente que Putin viajará a Estados Unidos dada la situación epidemiológica allí.
«Desde el punto de vista de garantizar la seguridad, incluida la seguridad epidemiológica, la seguridad del presidente, el jefe de estado, la situación sigue siendo inestable, especialmente en lugares como Nueva York. Por lo tanto, por supuesto, un viaje no es aconsejable en este momento», explicó Peskov.
Peskov dijo que Putin se dirigirá a la asamblea por video. La decisión de Putin de quedarse en casa será un motivo de vergüenza para la administración de Donald Trump. El presidente, sus principales ayudantes y aliados cercanos del Partido Republicano han elogiado repetidamente su manejo de la pandemia, a pesar de que Estados Unidos todavía tiene las peores cifras de infecciones y muertes del mundo.
Hasta la fecha, EE.UU. ha confirmado 6.328.051 casos de coronavirus y 189.680 muertes, según la Universidad Johns Hopkins. Rusia también se encuentra entre los más afectados del mundo, con más de 1 millón de casos y unas 20.000 muertes, aunque los expertos se muestran escépticos sobre el bajo número de muertos de Rusia.
Putin ha enfrentado críticas por su deslucida respuesta a la crisis. Rusia ahora afirma tener una vacuna COVID-19 que funciona, aunque los expertos no están seguros de cuán efectiva será.
Trump ha rechazado sistemáticamente la gravedad de la pandemia y, en cambio, ha hecho hincapié en la necesidad de reabrir la economía estadounidense y culpa a China por completo de las muertes y la dislocación económica.
El presidente de Estados Unidos también ha hecho una amplia gama de afirmaciones médicas engañosas, tergiversó los datos estadounidenses de infección y mortalidad y difamó públicamente a los expertos médicos encargados de elaborar la estrategia nacional ante la pandemia.
A pesar del caos, Trump se ha mostrado reacio a posponer los eventos de campaña, ahora nuevamente en pleno apogeo a pesar de los temores de infección.
El presidente de Estados Unidos ha dicho que puede dirigirse en persona a la Asamblea General de la ONU en septiembre y solo pospuso la reunión del G7 programada para junio después de que la canciller alemana, Angela Merkel, rechazó la invitación.
Publicado en colaboración con Newsweek.
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