El presidente de Rusia, Vladimir Putin, habló sobre el crimen del general, Igor Kirilov y admitió que los servicios especiales del país cometieron un error.
«Nuestros servicios especiales no han visto venir estos golpes. Eso significa que tenemos que mejorar el trabajo. No podemos permitir que ocurran equivocaciones tan graves», sostuvo en una conferencia de prensa.
El líder del Kremlin también se pronunció sobre el derrocamiento del regimen de Bashar al-Assad en Siria e indicó que no significa una «derrota» para Rusia al tiempo que recordó que el Ejército ruso, con presencia en Siria desde 2015, logró su «objetivo» en ese país.
«Se intenta presentar lo que ocurrió en Siria como una derrota para Rusia. Les aseguro que no es así», manifestó.
«Fuimos a Siria hace diez años para evitar que se creara allí un enclave terrorista, como en Afganistán. En su conjunto, logramos nuestro objetivo», remarcó.
La amenaza de Rusia a Ucrania tras la muerte del general Krillov: «Un castigo seguro»
En 2015, Rusia mandó tropas a Siria para ayudar a las fuerzas de Bashar al-Assad a recuperar gran parte del territorio perdido desde el comienzo de la guerra civil, que empezó en 2011 con la cruda represión de las protestas a favor de la democracia.