Guinea registró esta semana un primer caso de la enfermedad provocada por el virus de Marburgo, el primero en África occidental, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS). El caso fue detectado en la prefectura de Guéckédou, luego de obtener muestras sacadas de un paciente muerto el lunes y analizadas en laboratorio en Guéckédou.
Las autoridades siguen a cerca de 155 contactos cercanos. De ellos, tres miembros de la familia del enfermo fallecido, y un sanitario, fueron designados como contactos de alto riesgo, y su salud se vigila de cerca. La enfermedad por virus de Marburgo (EVM), antes denominada fiebre hemorrágica de Marburgo, es una enfermedad grave, a menudo mortal, provocada por un virus de la misma familia de la fiebre hemorrágica del Ebola y no se dispone de vacuna ni tratamiento específico para ninguna de estas dos enfermedades, de acuerdo con la OMS.
El virus de Marburgo es el agente causal de la enfermedad por virus de Marburgo (EVM) y se identificó por vez primera en 1967 tras brotes simultáneos en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia). Los virus de Marburgo y del Ebola son miembros de la familia Filoviridae (filovirus).
Aunque son causadas por virus diferentes, las dos enfermedades son similares desde el punto de vista clínico. Ambas son raras, pero “pueden ocasionar brotes dramáticos con elevadas tasas de letalidad”, señala la OMS.
Dos grandes brotes que ocurrieron simultáneamente en Marburgo y Frankfurt (Alemania) y en Belgrado (Serbia) en 1967 llevaron a la identificación de la enfermedad por vez primera. El brote se asoció a trabajos de laboratorio con monos verdes africanos (Cercopithecus aethiops) importados de Uganda.
Posteriormente se han notificado brotes y casos esporádicos en Angola, Kenya, la República Democrática del Congo, Sudáfrica (en una persona que había viajado recientemente a Zimbabwe) y Uganda. En 2008 se notificaron dos casos independientes en viajeros que había visitado en Uganda una cueva habitada por colonias de murciélagos Rousettus.
TRANSMISIÓN
Inicialmente, la infección humana por EVM se debe a la exposición prolongada a minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus. La transmisión se hace sobre todo de persona a persona por contacto directo (a través de piel lesionada o de las membranas mucosas) con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales (como ropa personal y de cama) contaminados con dichos fluidos.
Se han descrito casos de transmisión al personal sanitario que atiende a los pacientes EVM presunta o confirmada a través del contacto estrecho sin precauciones adecuadas de control de la infección.
La transmisión por equipo de inyección contaminado o por pinchazos con agujas se asocia a una mayor gravedad de la enfermedad, deterioro rápido y, posiblemente, mayor tasa de letalidad. Las ceremonias funerarias en que los dolientes tienen contacto directo con el cuerpo del difunto pueden desempeñar un papel importante en la transmisión del virus de Marburgo. La infectividad persiste mientras haya virus en la sangre.
TRANSMISIÓN SEXUAL
La transmisión del virus a través del semen infectado está documentada hasta 7 semanas después de la recuperación clínica. Son necesarias más investigaciones y más datos de vigilancia sobre el riesgo de transmisión sexual, y en particular sobre la prevalencia de virus viables y transmisibles en el semen a lo largo del tiempo.
Mientras tanto, y de acuerdo con los datos disponibles. La OMS recomienda que todos los supervivientes a la EVM y sus parejas sean asesorados sobre las prácticas sexuales seguras hasta que el semen dé negativo dos veces para el virus. Que todos los supervivientes dispongan de preservativos y que los hombres que hayan padecido EVM sean incluidos en programas de análisis del semen después del alta, empezando por recibir asesoramiento y, una vez que estén preparados física y mentalmente, sometiéndose a análisis del semen en los 3 meses siguientes al inicio de la enfermedad.
Así también que los hombres que hayan padecido EVM deben tener prácticas sexuales seguras durante 12 meses contados desde el inicio de los síntomas, o hasta que el semen dé dos veces negativo para el virus de Marburgo. “Mientras no se obtengan los dos análisis negativos, los supervivientes deben observar una buena higiene personal y de las manos, lavándose bien con agua y jabón inmediatamente después de cualquier contacto físico con semen, incluso en caso de masturbación.
“Durante este periodo, los preservativos deben manipularse con cautela y desecharse en condiciones seguras, a fin de evitar el contacto con el semen. Todos los supervivientes, sus parejas y familiares deben ser tratados con respecto, dignidad y compasión”.
SÍNTOMAS
El periodo de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días. La enfermedad causada por el virus de Marburgo empieza bruscamente, con fiebre elevada, cefalea intensa y gran malestar. Los dolores musculares son frecuentes. Al tercer día puede aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos.
La diarrea puede persistir una semana. En esta fase los pacientes tienen un aspecto que se ha descrito como “de fantasmas”, con hundimiento de los ojos, rostro inexpresivo y aletargamiento extremo.
En el brote europeo de 1967 la mayoría de los pacientes presentaron una erupción cutánea no pruriginosa 2 a 7 días después del inicio de los síntomas. Muchos pacientes tienen manifestaciones hemorrágicas graves a los 5 a 7 días, y los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia, a menudo en múltiples órganos.
La presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces suele acompañarse de sangrado por la nariz, encías y vagina. El sangrado espontáneo en los lugares de venopunción (para administración intravenosa de líquidos o extracción de muestras de sangre) puede ser especialmente problemático.
Durante la fase grave de la enfermedad los pacientes tienen fiebre elevada persistente. La afectación del sistema nervioso central puede producir confusión, irritabilidad y agresividad.
Ocasionalmente se han descrito casos de orquitis (inflamación de uno o ambos testículos) en la fase tardía de la enfermedad (15 días). En los casos mortales el óbito suele producirse a los 8 a 9 días del inicio de los síntomas, generalmente precedido de grandes pérdidas de sangre y choque.
MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO
Desde un punto de vista clínico, puede resultar difícil distinguir la EVM de otras enfermedades infecciosas como el paludismo, la fiebre tifoidea, la shigelosis, la meningitis y otras fiebres hemorrágicas víricas.
Los métodos de diagnóstico detallados a continuación sirven para confirmar que los síntomas son causados por la infección del virus de Marburg: prueba de inmunoadsorción enzimática (ELISA); pruebas de detección de antígenos; prueba de seroneutralización; reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR); microscopía electrónica; aislamiento del virus mediante cultivo celular.
Las muestras de los pacientes son de muy alto riesgo; las pruebas de laboratorio en muestras no inactivadas deben realizarse en condiciones de máxima biocontención. Todas las muestras biológicas para transporte nacional o internacional deben ser envasadas con el sistema de triple envase.
TRATAMIENTO Y VACUNAS
El tratamiento de apoyo —rehidratación con líquidos orales o intravenosos— y el tratamiento de determinados síntomas mejoran la supervivencia, indica la OMS, sin embargo, todavía no hay tratamientos ni vacunas específicas para la EVM. Por ahora, se están evaluando diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia.
Publicado en cooperación con Newsweek/ Published in collaboration with Newsweek