La posibilidad de una guerra nuclear parece más real que nunca, impulsada por la creciente tensión entre Rusia y Estados Unidos, con la guerra en Ucrania como epicentro.
En Europa, la preocupación crece con el intercambio de misiles de largo alcance, y la población se pregunta dónde sería más seguro en caso de bombardeos nucleares.
Entre los países con mayores probabilidades de supervivencia destaca Argentina. Su ubicación geográfica, política de neutralidad y recursos naturales, como el agua dulce y cultivos resistentes, la posicionan como uno de los lugares más preparados para afrontar una crisis global. Incluso ante un escenario extremo de 100 bombas nucleares que bloquearan el sol y devastaran cosechas, el país tendría mejores chances de evitar la hambruna.
Otros territorios considerados relativamente seguros incluyen Chile, Sudáfrica y Bután, así como pequeñas islas del Pacífico, como Fiyi y Tuvalu. Nueva Zelanda también figura entre los más resilientes gracias a su aislamiento y recursos.
En Europa, Suiza lidera las opciones por su tradicional preparación para emergencias, junto a Islandia y Groenlandia. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro mantiene al mundo en vilo, con la esperanza de evitar un desenlace catastrófico.