Por John Feng, de Newsweek
El líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, se disculpó el lunes después de que un video ampliamente compartido en las redes sociales lo mostrara besando a un niño en los labios y pidiéndole que «chupe mi lengua».
«Su Santidad desea disculparse con el niño y su familia, así como con sus muchos amigos en todo el mundo, por el dolor que sus palabras pueden haber causado», dijo el Dalai Lama a través de su oficina. «Su Santidad a menudo se burla de las personas que conoce de una manera inocente y juguetona, incluso en público y ante las cámaras. Lamenta el incidente».
Las imágenes del incidente del 28 de febrero, capturadas en una transmisión del brazo tibetano de “Voice of America”, respaldada por el Gobierno de los Estados Unidos, mostraron al Dalai Lama interactuando con unos 100 estudiantes graduados de la Fundación M3M de la India en su templo en McLeod Ganj, que se encuentra en Dharamshala en el estado de Himachal Pradesh, en el norte de la India.
Después de que el niño le pidiera un abrazo al Dalai Lama, el niño fue invitado a saludar al líder religioso, quien le pidió un beso en la mejilla, le dio un beso en los labios al niño y le dijo: «Y chúpame la lengua». El niño pareció sacar la lengua, pero la pareja se separó después de tocarse la frente y compartió una risa entre los aplausos de la multitud.
«Ahora, debes mirar [a] esos buenos seres humanos que crean paz [y] felicidad», le dijo el Dalai Lama al niño. «[Usted] no debe seguir a esos seres humanos que [están] siempre matando a otras personas». Al final del clip de dos minutos, el niño asintió y la pareja compartió otro abrazo. Luego se rieron cuando el Dalai Lama apareció para hacerle cosquillas.
Los usuarios de las redes sociales en Twitter y en otros lugares que compartieron otro video de 20 segundos del mismo incidente acusaron al líder tibetano de agresión sexual. Aquellos que respondieron a la edición más larga también dijeron que la conducta era inapropiada.
El Dalai Lama, de 87 años, ha vivido en el exilio en India desde 1959 después de un levantamiento fallido contra la anexión del Tíbet por parte de China casi una década antes. Beijing lo considera un separatista por sus décadas de filantropía y su promoción del budismo, el idioma y la cultura tibetanos.
Los expertos y activistas de las Naciones Unidas que viven en el exilio han acusado al gobierno chino de tratar de borrar el idioma y la cultura tradicionales tibetanos asimilando a la fuerza a los niños de la región en un sistema de escuelas residenciales.
El Dalai Lama, que ha generado controversia con sus comentarios en el pasado, busca asegurarse de que su sucesor sea seleccionado de acuerdo con las prácticas tibetanas, en lugar de ser designado por funcionarios de Beijing. Estados Unidos, que reconoce al Tíbet como parte de China, apoya la no injerencia en su proceso de reencarnación.
El máximo líder del Tíbet dijo el mes pasado que le gustaría vivir otras dos décadas.
La oficina del Dalai Lama no respondió a un correo electrónico de Newsweek en busca de comentarios antes de la publicación.
Publicado en cooperación con Newsweek
