Envuelto en innumerables problemas y críticas, Elon Musk realizó una de sus habituales encuestas en su cuenta de Twitter para preguntarles a sus usuarios si querían que él dejada de ser el “jefe” de la red social. La respuesta fue un contundente “sí”.
El magnate, que compró la plataforma por US$ 44.000 millones, no pudo hacer pie en la compañía, que en menos de dos meses perdió usuarios, anunciantes, recursos humanos, y, en cambio, cosechó polémicas por decisiones intempestivas, errores de implementación, el crecimiento de las fake news y los discursos de odio y hasta censura.
Un 57,5% de los usuarios votó para que Musk se vaya, contra un 42,4% que lo respalda, sobre un total de 17,5 millones de votantes que participaron en una consulta que el millonario calificó como vinculante, es decir, que deberá acatarla.
Sin embargo, una vez conocidos los resultados, no dio más detalles de qué hará, ni cuándo, ni cómo. Hay muchas especulaciones, pero una de las más fuertes indica que estaría pensando en designar a un CEO.
Según lo informó Reuters, las acciones de Tesla crecieron un 5% en la apertura de los mercados este lunes, esperanzados en que Musk vuelva a dedicar tiempo y energía en sus otras empresas. Vale recordar que además de la red social y la compañía de autos eléctricos, lidera a la empresa de excavaciones Boring Company; respalda la empresa Neuralink, que desarrolla los chips cerebrales; y dirige SpaceX. Tras “meterse” de lleno en la discusión y la posterior compra de Twitter, Tesla había perdido casi un 60% de su valor, sumando estos problemas a la crisis de los semiconductores y toda la cadena de suministros y a la creciente competencia.
MARCHA ATRÁS
Tras las críticas por la suspensión de las cuentas de varios periodistas, finalmente este sábado Musk levantó este sábado la sanción a cinco reporteros estadounidenses, justamente luego de someterlo a una votación, en lo que parece ser el método de gestión del nuevo dueño.
Pero las cosas no parecen estar saliendo como él espera: más de 3,6 millones de usuarios votaron a favor de los periodistas que Musk había censurado. Un 59% apoyó su retorno.
Cerrada la votación, reconoció: «La gente ha hablado. Se levanta el castigo». E inmediatamente las cuentas fueron dadas de alta nuevamente.
Vale recordar que, a pesar de haber prometido que no lo haría, Musk suspendió una cuenta dedicada exclusivamente a rastrear y mostrar la ubicación de su avión privado. Tras ese cierre, periodistas de CNN, The Washington Post y New York Times desafiaron esa censura y compartieron la ubicación. Musk también los suspendió, generando un fuerte señalamiento por parte del Gobierno de EEUU y la Unión Europea.