El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, adelantó que prohibirá las «ciudades santuario». ¿Qué son estos lugares y por qué son tan importantes para la migración que busca el sueño americano?
El término «ciudad santuario» refiere a las jurisdicciones que no ayudan de manera activa al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). De esta manera, intentan limitar la colaboración o la participación de las autoridades locales en la aplicación de la ley de inmigración federal.
Por lo tanto, en estos lugares si una persona indocumentada es detenida por la policía local, las autoridades no comunicarán su estatus migratorio a ICE salvo que el sospechoso haya cometido un delito grave.
Sin embargo, esta clase de protección no es absoluta, debido a que, el ICE puede llevar a cabo detenciones en cualquier parte del territorio norteamericano.
No obstante, el tener restringido el acceso a la información sobre personas en las ciudades santuario, complica el accionar de la agencia en comparación con jurisdicciones que colaboran de forma abierta con los funcionarios de migración.
La idea de las «ciudades santuario» nació en 1980 en las iglesias que daban santuario a los centroamericanos que escapaban de la violencia que había en sus países, en medio de la negativa del Gobierno federal a brindarles la condición de refugiados.
En el marco de las políticas de deportación y las medidas antimigratorias que anunció Trump, Tom Homan, conocido como el «zar de la frontera» anticipó en una entrevista con «Fox & Friends» que en su segunda presidencia, el republicano podría intentar retener los fondos federales de las «ciudades santuario».
Y advirtió que los agentes federales exigirán el cumplimiento de las políticas migratorias allí donde se encuentren.
Algunas de las «ciudades santuario» son, por ejemplo, Nueva York o Los Ángeles.