Hassan Nasrallah, el líder de Hezbolá, murió a los 64 años en un ataque llevado a cabo por Israel en el sur de Beirut. ¿Qué se sabe sobre la figura principal de esta organización terrorista?
Nació el 31 de agosto de 1960 en Beirut, en una zona llamada «el cordón de la miseria». Su familia era originaria del pueblo de Bazuriyé en el sur del Líbano.
Debió atravesar su adolescencia bajo la sombra de la guerra civil libanesa.
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En 1975 su familia tuvo que abandonar la capital a raíz de los combates y se mudó al sur, a un pueblo cerca de la ciudad costera de Tiro.
Un año más tarde, Nasrallah decidió irse a Iraq para concurrir a un seminario chiíta. Pero al poco tiempo, durante la persecución de los musulmanes chiíes bajo el régimen represivo del presidente iraquí Sadam Husein, fue expulsado y volvió al Líbano a estudiar con su maestro, Musawi.
Israel invadió el Líbano en 1982 y fue ahí cuando Nasrallah convocó a un grupo de combatientes para resistir la ocupación. Ese gupo, cuya conformación fue impulsada por los Guardianes de la Revolución iraníes, se convirtió en la organización que hoy lleva el nombre de Hezbolá.
Nasrallah fue uno de los fundadores de la entidad que nació hace 40 años y que cuenta con el respaldo de Irán. Fue en 1992, con 32 años, cuando este miembro fundador logró llegar a lo más alto de la organización al sustituir a su predecesor y mentor, Abbas Musawi, como secretario general de Hezbolá, luego de que éste muriera por un ataque de un helicóptero israelí.
Así el grupo pasó de ser una convocatoria de ciertos miembros sin ningún orden en 1980, a una organización que llevó a cabo una campaña para expulsar la ocupación de Israel en el año 2000. Se constituyó como una fuerza de combate en la región.
Nasrallah estuvo al frente del crecimiento de la organización. Tenía cientos de miles de seguidores, casi todos musulmanes chiíes, en Líbano, Iraq, Siria y Yemen.
Hezbolá es el grupo no estatal armado más importante de la región y la fuerza política con mayor presencia en un Líbano que se encuentra en guerra con Israel. Cuenta con 100.000 combatientes y posee poderosas armas, entre ellas misiles de alta precisión.
Respecto a su muerte, estuvo en la clandestinidad durante la última guerra entre Israel y el movimiento islamista en 2006. Pero el viernes el ejército israelí lo ubicó y lo mató.
Es por eso, que apareció muy pocas veces en público y nunca se supo dónde residía. Sin embargo, tenía visitas, como por ejemplo, líderes de movimientos palestinos, que dieron a conocer fotos de esas reuniones.
Nasrallah, usaba siempre túnicas clericales y un turbante negro, típico de los Sayed, que son los descendientes del profeta Mahoma con los que él se identificaba.
Se casó y tuvo cinco hijos, hablaba de manera fluida el farsi. En una entrevista, contó que cuando era jóven jugó al fútbol y que le encantaba Diego Maradona.
