El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo que el déficit presupuestario se disparó a un récord de $ 3 billones durante los primeros 11 meses de este año financiero. El anuncio se produjo pocos días después de que China indicara que podría deshacerse de los bonos del Tesoro estadounidense si las tensiones entre Washington y Beijing continuaban aumentando.
El déficit entre octubre y agosto, agravado por el gasto en ayuda del coronavirus, duplica con creces el gran déficit histórico anterior de 1,37 billones de dólares establecido en 2009. Durante ese período de 11 meses, el gobierno federal invirtió grandes sumas para generar movimiento a partir de 2008, con la crisis financiera y la consiguiente Gran Recesión.
Este año financiero se han gastado más de $ 6 billones, casi $ 3 billones en alivio de COVID, una cifra que duplica los $ 3 billones generados por impuestos. El desequilibrio es enorme en comparación con los $ 984 mil millones del año pasado. Y con el año presupuestario que termina el 30 de septiembre, la Oficina de Presupuesto del Congreso pronostica que el déficit aumentará a $3.3 billones. Con eso, la deuda de Estados Unidos probablemente pronto eclipsará los $ 26 billones.
Beijing comenzó a diversificar sus tenencias de valores del Tesoro de EE. UU. En 2013, con un pico de 1,32 billones de dólares. Ahora, con un billón de dólares, sigue siendo el segundo más alto de Estados Unidos, después de los 1,2 billones de dólares de Japón.
La semana pasada, el Global Times, un periódico propiedad del People’s Daily, una publicación oficial del Partido Comunista Chino (PCCh), dijo que Beijing podría reducir aún más sus tenencias a alrededor de $ 800 mil millones a medida que el déficit federal de Estados Unidos aumenta los riesgos de incumplimiento y la administración Trump continúa su feroz ataque contra China «.
Los economistas en el artículo del Global Times insinuaron que la retirada podría acelerarse si Washington impone más sanciones a Pekín o si Trump intensifica su retórica creciente contra la nación asiática, a quien culpa de la pandemia.
Una rápida descarga de valores estadounidenses por valor de 200.000 millones de dólares cambiaría los mercados financieros mundiales y provocaría un aumento de las tasas de interés nacionales. Pero, los medios estatales chinos a menudo hacen señales de amenazas a las que el Partido Comunista Chino no está sujeto.
Shaun Breslin, profesor de política y estudios internacionales en la Universidad de Warwick en el Reino Unido, dijo a Newsweek que tal medida «tendría tantos impactos perjudiciales en China también, entre otros reduciendo masivamente el valor de todo lo que les quedaba.»
El presidente del Banco Central de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo a Washington en junio que, si bien el gasto de este año es ciertamente «insostenible», no deberían centrarse en reducir el déficit dada la pandemia actual.
Los legisladores en el Congreso todavía están estancados sobre otro paquete de estímulo que daría a los estadounidenses pagos directos muy necesarios, más beneficios por desempleo y ayuda para las pequeñas empresas. Los republicanos propusieron esta semana un modesto proyecto de ley «delgado» de 500.000 millones de dólares, que fue rápidamente bloqueado por los demócratas que buscaban billones más.
