Cuando todavía no se cumplieron cuatro meses de su asunción, el Gobierno de Lula sufrió su primera baja en el Gabinete nacional, y ocurrió en medio de un escándalo.
La cadena CNN Brasil difundió imágenes del intento de golpe de Estado, el 8 de enero pasado, cuando miles de simpatizantes bolsonaristas se trasladaron desde las puertas de los cuarteles para tomar el Palacio de Planalto, sede de los tres poderes del Gobierno.
A CNN obteve com exclusividade imagens de câmeras de segurança que mostraram a ação do Gabinete de Segurança Institucional (GSI) durante o ataque aos Três Poderes no dia 8 de janeiro, em Brasília #CNNNovoDia pic.twitter.com/pqLNQATmXK
— CNN Brasil (@CNNBrasil) April 19, 2023
Y en esas grabaciones se ve al jede del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), el general Gonçalves Dias, deambulando sin rumbo aparente por el tercer piso del Planalto. Esto generó un tsunami de especulaciones que lo arrastró hacia su renuncia.
Entre esas especulaciones, se pudo en duda la fidelidad de Dias para con Lula, que es su amigo desde hace muchos años. No solo porque pudieron poner en duda el rol del general, sino el de todo el Gobierno, que llevaba una semana en la gestión. ¿El Gobierno facilitó la entrada de los manifestantes?
La oposición tomó estas imágenes para insistir en esta hipótesis, mientras que la Supremo Tribunal de Justicia avanza en la investigación de la toma y apunta contra funcionarios de la saliente administración de Jair Bolsonaro, e incluso al propio exmandatario, que sería llamado a declarar cuando regrese de su autoexilio en EEUU.
EXCLUSIVO: Ex-ministro Gonçalves Dias fala sobre demissão e invasão de 8 de janeiro: "Fizeram um corte específico na produção de vídeos"
Ex-chefe do GSI classificou insinuações como absurdas: "Estou muito triste".
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— GloboNews (@GloboNews) April 19, 2023
Pero las fuentes del Planalto citadas por Reuters sostienen que el militar, al que se conoce como “GDias”, es de absoluta confianza. De hecho, fue jefe de la seguridad de Lula durante sus dos gobierno anteriores. Afirman que los videos no muestran ningún tipo de complicidad, pero sí admiten que desnudó algunas falencias. “Lo que se complicó es que no reveló el alcance de la acción del GSI del 8 de enero”, explicaron, y añadieron que tampoco esas imágenes (que figuran en la causa) fueron entregados en su totalidad al Ejecutivo. Es decir, un cortocircuito en la información interna con la Presidencia.
Todo el mundo sabía en el Gobierno de la presencia de GDias en el Planalto ese 8 de enero: llegó poco después del ingreso de la gente y se quedó hasta el arribo de Lula, por la noche, cuando todos ya habían sido desalojados. En ese sentido, se informó que la intervención del general impidió el acceso a la Sala de Presidencia y logró cerrar los cristales blindados.
Por el momento, no se ha designado al sucesor, pero será reemplazado interinamente por Ricardo Nigri, secretario ejecutivo.
(Con información de Reuters)