Desafiante, este miércoles el primer ministro dijo ante el Parlamento: «La tarea de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante, y eso es lo que voy a hacer».
Tras varios escándalos y en medio de una ola creciente de renuncias dentro de su Gobierno, Boris Johnson sigue luchando por permanecer como primer ministro británico.
Este martes, tanto el ministro de Economía Rishi Sunak, como el de Salud, Sajid Javid, presentaron sus respectivas renuncias a sus cargos con críticas hacia el mandatario conservador y anunciaron haber perdido la confianza en el liderazgo de Johnson. Renunciaron con dos minutos de diferencia, luego de discutir sobre la decisión de Johnson de nombrar a Chris Pincher subjefe principal a principios de este año. Además, en las últimas horas, dejaron su cargo 16 funcionarios de rangos menores.
«El público espera con razón que el gobierno se lleve a cabo de manera adecuada, competente y seria», lo que no sucede en la actualidad, afirmó Sunak en su carta de renuncia.
También dijo que fue «leal» y ha apoyado en público al líder conservador, incluso cuando discrepaba de él «en privado». Sin embargo, Johnson no estaba dispuesto a tomar «decisiones difíciles» en la economía y eso los llevó a discrepar en su enfoque, explicó.
Mientras el nuevo canciller Nadhim Zahawi instó a la unidad después de tantas renuncias en tan poco tiempo.
Por su parte, la forma en que Johnson manejó las denuncias contra un diputado oficialista acusado de abuso sexual enojó a muchos y ahora las consecuencias están saliendo a la luz. El Gobierno está en una posición débil, especialmente después de que Johnson había sido informado sobre una denuncia de conducta sexual inapropiada sobre un funcionario que nombró y de haberlo «olvidado».
El exministro de Salud también sostuvo que los problemas que atraviesa el Partido Conservador «no se resolverán bajo el liderazgo» de Johnson, por lo que «perdió la confianza en él».
Son meses de presión para Johnson y su Gobierno sigue sin encontrar rumbo. El principal partido de la oposición, el Laborista, acusó a Johnson de «arrastrar la democracia británica por el fango».
Fuente: www.noticiasargentinas.com
