La Corte Suprema de Israel suspendió la decisión del Gobierno de Benjamín Netanyahu de destituir a Ronen Bar, jefe del Shin Bet, el servicio de Inteligencia y Seguridad Interior. Para analizar esta determinación, realizará varias audiencias antes del 8 de abril.
La gestión de Netanyahu argumentó falta de confianza para correr a Ronen de su cargo, pero la fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, sostuvo que el gabinete no tiene fundamentos legales para llevar adelante la destitución.
Acorde a una encuesta, hecha por el Canal 12, el 51% de los israelíes está en contra de la destitución, mientras que el 32% la apoya.
La decisión de sacar a Bar profundiza la discusión respecto a quién tiene la responsabilidad del ataque que Hamás efectuó el 7 de octubre de 2023 y que generó la guerra en Gaza.
EL APOYO A BAR
El Movimiento para un Gobierno de Calidad determinó que la decisión es «ilegal» y advirtió, mediante un comunicado, que constituye «un verdadero riesgo para la seguridad nacional».
El partido de centroderecha Yesh Atid, encabezado por el jefe de la oposición, Yair Lapid, presentó un recurso legal en nombre de distintas agrupaciones opositoras, en el que denuncia que la destitución obedece a un «conflicto de interés flagrante del primer ministro».
