La vocera de Navalny anunció que este activista anticorrupción enfrentado al presidente ruso
se encuentra en coma en una unidad de cuidados intensivos y con respiración asistida en un hospital siberiano tras tomar una taza de té envenenada.
«Asumimos que Alexei fue envenenado con algo mezclado en su té. Era lo único que bebió por la mañana. Los médicos dicen que la toxina fue absorbida más rápido a través del líquido caliente. Alexei está inconsciente», dijo la vocera Kira Yarmysh.
Aunque no aclaró quién creía que podía haber envenenado a Navalny, añadió que se había llamado a la policía para que acudiera al hospital. A lo largo del día le harán exámenes médicos. Navalny empezó a sentirse mal cuando regresaba a Moscú desde Tomsk en Siberia en avión el miércoles por la mañana.
El año pasado, Navalny sufrió una reacción alérgica aguda que, según un médico, podría haber sido el resultado de un envenenamiento con un producto químico desconocido. «Obviamente se le ha hecho lo mismo ahora», dijo Yarmysh.
Este abogado ha pasado varias temporadas en la cárcel en los últimos años por organizar protestas contra el Kremlin y ha sido atacado en plena calle por seguidores del Gobierno. Su rol fue fundamental para la divulgación de investigaciones sobre lo que ha dicho que son ejemplos escandalosos de corrupción oficial. El próximo mes hay elecciones en Rusia. Navalny y sus aliados se han estado preparando para los comicios tratando de aumentar el apoyo a los candidatos que respaldan.
Este abogado ha pasado varias temporadas en la cárcel en los últimos años por organizar protestas contra el Kremlin y ha sido atacado en plena calle por seguidores del Gobierno. Su rol fue fundamental para la divulgación de investigaciones sobre lo que ha dicho que son ejemplos escandalosos de corrupción oficial.
Pavel Lebedev, un pasajero que iba en el avión de Navalny, publicó en redes sociales un relato de lo que vio. «Al principio del vuelo fue al baño y no volvió. Empezó a sentirse muy mal. Les costó devolverlo a su asiento mientras gritaba de dolor».
Navalny tomó una taza de té en una cafetería del aeropuerto de Tomsk antes de embarcar en un vuelo a Moscú. La agencia de noticias Interfax citó a los dueños del café diciendo que estaban revisando las grabaciones de las cámaras de circuito cerrado de televisión para tratar de esclarecer lo sucedido.
Su avión tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Omsk para que pudiera ser trasladado al hospital. Imágenes en redes sociales por un pasajero mostraron a Navalny siendo trasladado en camilla por sanitarios hasta una ambulancia.
S7, la aerolínea con la que viajaba, dijo que Navalny empezó a sentirse muy mal poco después del despegue y que el capitán decidió hacer un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto cercano. La compañía añadió que no había comido ni bebido nada a bordo.
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