Mientras sigue perdiendo terreno en las regiones ucranianas ocupadas, Rusia continúa atacando con misiles distintas ciudades de Ucrania, atacando infraestructuras civiles, incluyendo las plantas de energía, con el objetivo de dejar a la población sin luz, calefacción y agua, mientras se acerca el crudo invierno boreal.
Por caso, el gobernador de la región de Dnipropetrovsk (en el centro-sur del país), Valentin Reznichenko, informó que las infraestructuras energéticas presentaban «graves» daños. «Un modo de ahorro total de electricidad fue implementado en la región para que hospitales, transportes y otras infraestructuras sociales importantes puedan funcionar«, contó.
Y algo similar ocurrió en Lviv, en el oeste, pero las sirenas siguen sonando en buena parte de Ucrania, a la espera de una intensificación de los ataques aéreos. Hasta el lunes, las víctimas fatales por los bombardeos eran 19.
Estos ataques responden a una presunta participación de Ucrania en el atentado con explosivos contra el puente de Crimea, que une a ese territorio con Rusia, al que Putin calificó como “acto terrorista” y del que culpó a la inteligencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Y aunque Zelenski aseveró que los ataques con misiles son una “señal de fragilidad” rusa, solicitó a los miembros del G7 (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón) el establecimiento de un “escudo antiaéreo”, advirtiendo que Putin tiene innumerables recursos para intensificar esta metodología de combate.
Lo hizo en el marco de una cumbre de estas naciones aliadas, que este miércoles se encuentran analizando la viabilidad de este pedido, ya que el Kremlin podría entender que han cruzado la “línea roja” y entrado en el conflicto. También lo está evaluando la OTAN.
EEUU ya se comprometió a aumentar su asistencia en materia antiaérea e incluso Alemania hará lo propio en los próximos días. Las imágenes muestran los convoy de armamento alemán (los misiles Iris-T) en camino a Ucrania.
Mientras tanto, el G7 emitió una advertencia a Bielorrusia, país que movilizó sus tropas y amenazó a Ucrania con sumarse al conflicto. El bloque aseguró que colaborar con Rusia significa “complicidad”, por lo que se expone a severas sanciones, mientras que sus líderes deberían “rendir cuentas”.
Como se indicaba, en el terreno las fuerzas ucranianas siguen avanzando. El martes se anunció el hallazgo de una fosa común en Sviatoguirsk y Limán, dos ciudades de la región de Donetsk, y la exhumación de los cadáveres de 78 civiles. Asimismo, se confirmó la liberación de 32 de sus soldados que estaban prisioneros por parte de las tropas rusas.