La escalada nuclear de Rusia no se detiene en torno a la guerra en Ucrania. Mientras sigue sosteniendo su retórica respecto al uso de armas nucleares en el marco del conflicto, ahora ha comenzado a moverlas en esa dirección.
El Gobierno de Vladimir Putin anunció sus planes de emplazar armas nucleares en Bielorrusia, su aliado más cercano, limítrofe con el norte de Ucrania, días después de que los países de la OTAN manifestaran una vez más su apoyo a Kiev, a través de Polonia, el país más grande de la alianza en Europa Oriental.
La portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, aseguró este domingo que “la retórica nuclear de Rusia es peligrosa e irresponsable», y agregó: “La OTAN está vigilante y seguimos de cerca la situación. No hemos visto ningún cambio en la postura nuclear de Rusia que nos lleve a ajustar la nuestra”.
Luego de confirmar que abandonaría el tratado de no proliferación START, Rusia garantizó que igualmente cumplirá con los acuerdos internacionales respecto a la cantidad de ojivas, que informará de cualquier movimiento y que presentará informes periódicos a EEUU. Y, en cambio, denunció que la OTAN sigue adelante con su desarrollo nuclear a través de países que no están en el acuerdo, como reino Unido, Francia o Alemania.
“La referencia de Rusia al reparto nuclear de la OTAN es totalmente engañosa. Los aliados de la OTAN actúan respetando plenamente sus compromisos internacionales. Rusia ha incumplido sistemáticamente sus compromisos de control de armamento», afirmó Lungescu.
En 2022, Bielorrusia habilitó a Rusia a usar su territorio como escala para atacar a Ucrania desde el norte, y al día de hoy mantiene allí fuerzas y armas, como una permanente amenaza. El traslado de armas nucleares (en principio tácticas, es decir, que no tienen el poder destructivo de las más grandes, sino que permiten el cumplimiento de pequeños objetivos) a Minsk, significa una escalada de mayor riesgo, advierten.
De hecho, es la primera vez desde los ´90 que Rusia mueve armas nucleares fuera de sus fronteras, al menos oficialmente. Desde entonces, un importante eje del relato diplomático ruso era justamente no haber desplegado armas nucleares al exterior, a diferencia de EEUU que si lo hace regularmente.
Lituania, por ejemplo, aseguró que pediría fuertes sanciones contra Bielorrusia por admitirlas, mientras que la Unión Europea, a través de su jefe político, Josep Borrell, le pidió no acceder al plan de Moscú.
EEUU, por su parte, minimizó la situación. «No hemos visto nada que indique que Putin esté preparando el uso de armas nucleares tácticas en Ucrania», aseguró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, y añadió: “Y también puedo decirles que no hemos visto nada que nos haga cambiar nuestra propia postura de disuasión nuclear estratégica».
Putin viene acusando a EEUU de construir un nuevo eje global, al que compara con el formado por Alemania y Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Con esa retórica, también ha justificado su invasión a Ucrania como una lucha contra los “nazis” que discriminan y maltratan a los rusoparlantes de las regiones ucranianas ahora invadidas y anexadas por Moscú. Desde el punto de vista inverso, EEUU ha criticado lo mismo respecto a la alianza entre Rusia y China, pero el Kremlin ha desestimado esos señalamientos.
(Con información de Reuters)
