Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, Rusia convocará a soldados de reserva para movilizar a alrededor de 300.000 hombres hacia los territorios ocupados en Ucrania, con el objetivo de consolidar su posición y finalmente anexar esa franja equivalente al 15% de suelo ucraniano.
En el marco de la veloz contraofensiva de Ucrania, que se apresta a empujar a las fuerzas rusas hacia la frontera en una operación relámpago, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, anticipó la convocatoria a personal adicional para enviar al frente de batalla.
Desde que se inició hace dos semanas el contraataque ucraniano con financiamiento y armas occidentales, el Gobierno ruso explicó sus derrotas indicando que sus tropas se estaban replegando para reorganizarse.
Fuentes de inteligencia de EEUU y la OTAN habían estimado las bajas rusas en torno a los 70.000 o los 80.000 soldados, entre heridos y muertos (los fallecidos serían unos 15.000). Pero por primera vez el Kremlin salió a dar números propios, con el objetivo de desmentir esas informaciones: Shoigu indicó que los muertos fueron 5.937 soldados (el 25 de marzo había dicho que las bajas eran 1.351), mientras que el 90% de los heridos ya habría retornado al frente de combate.
De cara a su “repliegue”, el funcionario afirmó que Rusia cuenta con un potencial de 25 millones de hombres convocables, pero aseguró que para esta oportunidad se buscan 300.000 reservistas con experiencia militar, dado el poco tiempo disponible para capacitarlos y enviarlos a Ucrania.
Tampoco se incluirían estudiantes o conscriptos que estén prestando servicios. «No están sujetos a ninguna movilización y dirección para la ‘operación militar especial’. Nuestros reclutas también siguen sirviendo, como lo hacían, en el territorio de la Federación Rusa», aclaró.
«Se trata realmente de aquellos que han prestado servicio, (que) tienen una especialidad militar, es decir, una especialidad que se necesita hoy en día en las Fuerzas Armadas, que tienen experiencia de combate», agregó Shoigu
Como se señalaba, el objetivo es “consolidar” la posición rusa en esa franja de tierra de unos 1.000 kilómetros dentro de territorio ucraniano que Rusia quiere anexar a través de esta “operación militar especial”. En vistas de un nuevo avance de Ucrania, Moscú apresuró la vía política para empantanar el terreno en el largo plazo y movilizó a los grupos separatistas en esas regiones para que llamen a referéndums de urgencia para decidir la separación de Ucrania y su anexión a Rusia. Algunos de ellos se empezarán a concretar en los próximos días.
El anuncio de Putin se produjo justo cuando los líderes de todo el mundo se encuentran en Nueva York para la Asamblea General de la ONU (a la que el presidente ruso no asistió), donde los principales mandatarios lo criticaron fuertemente, en especial por sus amenazas nucleares. Pero el mensaje enviado a través del decreto de convocatoria fue claro: “A quienes se permiten tales declaraciones respecto a Rusia, quiero recordarles que nuestro país también cuenta con diversos medios de destrucción, y por componentes separados y más modernos que los de los países de la OTAN, y cuando la integridad territorial de nuestro país está amenazada, para proteger a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda utilizaremos todos los medios a nuestra disposición. Esto no es fingimiento”.
Incluso el Papa Francisco criticó esta postura. En una audiencia en la Plaza de San Pedro, se refirió a su reciente viaje a Kazajistán y destacó la decisión de ese país de renunciar a la carrera nuclear tras su independencia en 1991. “Esto fue valiente. En un momento de esta trágica guerra en el que algunos piensan en las armas nucleares -lo que es una locura- este país dijo ‘no’ a las armas nucleares desde el principio”, destacó.
A lo largo de los discursos en Nueva York, distintos mandatarios han llamado a Putin como “temerario”, “incompetente”, “violento” y han enfatizado que su decisión de enviar reservistas y amenazar con el uso de armas nucleares “habla de su desesperación” ante una eventual derrota. Este miércoles se espera el discurso del presidente de los EEUU, Joe Biden, y hay expectativas por lo que pueda decir al respecto.