Las autoridades rusas reportaron hoy, por quinto día consecutivo, un cifra récord de muertes por coronavirus, en medio de un drástico repunte de los contagios durante las últimas semanas atribuido principalmente a la variante Delta.
El organismo encargado de la lucha contra la pandemia señaló que durante las últimas 24 horas se detectaron 24.439 positivos y 697 decesos, lo que eleva los totales a más de 5,5 millones y 137.262, respectivamente, según la agencia de noticias Europa Press.
La capital, Moscú, volvió a ser el lugar con mayor número de contagios, con 7.446 casos y 116 fallecidos, mientras que en San Petersburgo se confirmaron 1.733 contagios y 110 decesos en la última jornada.
Ayer, la vicealcalde de Moscú, Anastasia Rakova, había indicado que la cifra real de casos en la ciudad podría ser «tres o cuatro veces» mayor, al tiempo que precisó que «más del 10% de los residentes se han recuperado oficialmente de la enfermedad».
«Moscú acumula el 25% de los casos en el país. Si incluimos los casos asintomáticos o las personas que no van al médico, podemos multiplicar la cifra por tres o cuatro, seguro», destacó, según la agencia de noticias rusa Tass.
Asimismo, subrayó que «desde junio se ha presenciado otro drástico repunte de la incidencia del coronavirus» en la ciudad y explicó que, «si bien es provocado por varias causas, la principal es la nueva variante del virus», en referencia a la Delta, detectada por primera vez en India.
Moscú impuso en las últimas semanas medidas tales como el retorno al teletrabajo para parte de los empleados, vacunación obligatoria en los servicios de asistencia personalizada y creó un pase sanitario para poder ir a restaurantes.
Casi una veintena de regiones rusas reintrodujeron restricciones, que la mayoría de ellas habían levantado desde enero.
El presidente Vladimir Putin se opuso el miércoles a imponer la obligación de inocularse a nivel nacional, pero llamó a los rusos a vacunarse ante una campaña de inmunización que avanza a ritmo lento.