En una de las ofensivas más intensas de las últimas semanas, Rusia desató un ataque masivo contra Ucrania lanzando 171 drones y más de 30 bombas guiadas. Según la Fuerza Aérea Ucraniana, las defensas lograron derribar 75 drones, mientras que otros 63 desaparecieron de los radares sin causar daños. Las regiones más afectadas fueron Kharkiv, Poltava, Sumy, Chernihiv, Cherkasy, Kiev, Zhitomir, Vinnytsia, Kirovogrado, Dnipropetrovsk, Zaporizhia y Kherson.
El ataque incluyó un bombardeo con bombas KAB sobre la ciudad de Kupyansk, en Kharkiv, donde al menos dos personas murieron y diez resultaron heridas.
Las fuerzas ucranianas respondieron con sistemas de defensa aérea, misiles antiaéreos y guerra electrónica, intentando mitigar los impactos de la agresión rusa.
En medio del conflicto, Donald Trump y Volodimir Zelensky mantuvieron una conversación sobre un posible alto el fuego parcial en el sector energético ucraniano. Según informó la Casa Blanca, Trump se comprometió a ayudar a localizar sistemas de defensa aérea en Europa para reforzar la protección de Kiev. Esta negociación se produjo un día después de que el mandatario estadounidense hablara con Vladímir Putin, en un intento de mediar una tregua limitada.
Tras las conversaciones, Putin accedió a una suspensión temporal de los ataques contra la infraestructura energética de Ucrania por 30 días, aunque se negó a aceptar un cese total del fuego.
El Kremlin exigió que Occidente detuviera la ayuda militar a Kiev y suspendiera la movilización obligatoria de tropas ucranianas. Mientras tanto, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de violar el acuerdo alcanzado con la mediación de Trump.
El Ministerio de Defensa de Ucrania denunció que, pese a la supuesta tregua, Rusia continuó con ataques aéreos, causando nuevas víctimas y dañando hospitales e infraestructura ferroviaria. En este contexto, el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, anunció que el próximo lunes se llevarán a cabo en Arabia Saudita conversaciones técnicas sobre un posible acuerdo de paz. Además, se especula con la posibilidad de una reunión entre Trump y Putin en territorio saudí para discutir una solución más amplia al conflicto.