Un sacerdote ortodoxo griego expulsado del clero fue detenido la semana pasada después de que atacó con ácido a siete obispos y otras tres personas durante una audiencia disciplinaria. Según reportó Associated Press, el sospechoso, de 37 años y cuyo nombre no fue revelado, fue tomado bajo custodia por oficiales de policía fuertemente armados en la noche del miércoles.
El sospechoso supuestamente lanzó una sustancia, la cual su abogado identificó como ácido, a las víctimas después de que un obispo anunció, durante una audiencia disciplinaria, que sería retirado formalmente del clero por supuesta mala conducta.
El hombre fue retirado del sacerdocio por causas que funcionarios de la Iglesia llamaron “ofensas eclesiásticas y criminales”, las cuales incluían cargos por fraude y posesión ilegal de drogas.
Además, Associated Press reportó que funcionarios de la Iglesia dijeron que el sospechoso hizo publicaciones amenazantes en redes sociales antes de la audiencia.
Las víctimas fueron hospitalizadas por quemaduras y dos siguen en estado grave. El oficial que hizo el arresto también fue hospitalizado por quemaduras. Fotografías del lugar del ataque, en el centro de Atenas, mostradas en el canal estatal ERT TV, exhibían manchas de sangre y quemaduras por ácido en las paredes de la sala donde se celebró la audiencia y en los pequeños escritorios donde se habían sentado los obispos. Las sotanas negras tiradas por los obispos y el clero asistente también tenían manchas de sangre y hoyos por quemadura.
El gobernante sínodo sagrado de la Iglesia Ortodoxa describió el ataque como “aberrante y sin precedentes”, y confirmó que el sospechoso había sido retirado del sacerdocio después de servir con el rango inferior de diácono.
El ataque también fue condenado por el gobierno griego, la presidenta Katerina Sakellaropoulou, y el líder espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo, el patriarca ecuménico Bartolomé I, quien está domiciliado en Estambul, Turquía.
La policía no ha dicho qué sustancia cáustica se usó en el ataque, pero el abogado del sospechoso la describió como ácido al hablar con los reporteros afuera de una corte donde se preparan los cargos. “El sospechoso… es un paciente psiquiátrico que toma medicamentos fuertes”, comentó su abogado, Andreas Theodoropoulos. “Él no comprendió del todo las consecuencias de su acción… sino que respondió a lo que percibió como una injusticia”.
Publicado por: Maggie Gile / Newsweek Internacional