La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó al grupo Hamas de generar una “crisis de último minuto” al intentar cambiar puntos clave del acuerdo de alto el fuego mediado por Qatar.
Según el comunicado, Israel no dará el visto bueno hasta que se aclaren las discrepancias. Este intento de modificación, denunciaron, busca “extorsionar concesiones” y retrasó una reunión del gabinete inicialmente programada para este jueves.
En el centro del conflicto, el gobierno israelí alega que Hamas busca imponer condiciones sobre la identidad de los prisioneros a liberar, contradiciendo una cláusula que otorga a Israel el derecho de veto sobre la liberación de “asesinos en masa”.
Desde Doha, mediadores informaron que Hamas intenta desviarse de los acuerdos alcanzados previamente, lo que el gabinete israelí calificó como un acto de “chantaje”. Sin embargo, un representante de Hamas aseguró desconocer las acusaciones.
Trump anunció un acuerdo entre Israel y Hamás para liberar a los rehenes en Gaza
Mientras tanto, el retraso en la votación del gabinete podría estar relacionado con debates internos dentro del partido Sionismo Religioso, encabezado por Bezalel Smotrich. Este sector político, junto con Itamar Ben Gvir, se opone al acuerdo, al que califican como una “rendición” que va en contra de sus aspiraciones de reocupar territorios palestinos tras el conflicto. A pesar de estas resistencias, Netanyahu aún cuenta con apoyo suficiente para avanzar con el alto el fuego.
Si se aprueba, el acuerdo contempla que Hamas liberará gradualmente a 33 rehenes, priorizando a mujeres, menores, ancianos y personas enfermas, a cambio de la excarcelación de cientos de presos palestinos. Esto marcaría el inicio del cese de hostilidades, que podría entrar en vigor este domingo, luego de más de 15 meses de enfrentamientos sangrientos.
La negociación mantiene en vilo a las familias de los rehenes israelíes, quienes, aunque esperanzadas, temen por el cumplimiento del pacto. Las protestas por la liberación de los cautivos se han intensificado en Tel Aviv, donde carteles con los rostros de los secuestrados recuerdan el impacto del ataque de Hamas el pasado 7 de octubre.
