Este jueves 20 de marzo, los cinco miembros del equipo de la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, cumplen un año asilados en la Embajada argentina en Caracas.
Todo comenzó un día como hoy pero del 2024, cuando seis opositores al régimen de Nicolás Maduro buscaron refugio en la Embajada, debido a que, estaban siendo acusados de conspiración y traición a la patria. Al correr riesgo de vida, tomaron la decisión de protegerse, ya que, los arrestos por parte de la dictadura chavista estaban escalando en el marco previo a las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
Quienes ingresaron al edificio fueron: Pedro Urruchurttu, coordinador internacional de Vente Venezuela; Magallí Meda, jefa de campaña de María Corina Machado; Humberto Villlalobos, coordinador electoral; Claudia Macero, a cargo del área de comunicación y Fernando Martínez Mottola, asesor de la plataforma Unidad Democrática, quien logró salir de la Embajada y murió el pasado 26 de febrero.
Al estar en la Embajada Argentuna en Caracas, estas personas pasaron a estar «bajo el asilo de la Argentina», según explicó la Cancillería de nuestro país, ya que, al ser una embajada argentina se considera territorio argentino.
El 1° de agosto del año pasado, la Cancillería Argentina, que en ese entonces estaba a cargo de Diana Mondino, anunció que «en el día de la fecha, los funcionarios diplomáticos consulares y agregados de defensa argentinos que prestaban funciones en la Embajada argentina en Caracas abandonarán el país como consecuencia de la intimación del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela efectuada el 29 de julio pasado».
Fue en ese momento cuando Brasil pasó a hacerse cargo de la Embajada argentina, instaló su bandera y el edificio quedó bajó protección del país gobernado por Lula Da Silva.
«A partir de este momento y a solicitud del Gobierno argentino, la República Federativa del Brasil se hará cargo de la custodia de los locales de la misión argentina en Caracas, incluyendo la Embajada y la Residencia Oficial, sus bienes y archivos, así como también, la protección de sus intereses y los intereses de los nacionales argentinos en territorio venezolano, en los términos del artículo 45, incisos b) y c), de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y los artículos 8 y 27 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963″, precisó.
Pero el sábado 7 de septiembre de 2024 Maduro revocó el permiso para que Brasil custodie la Embajada de manera «inmediata» y «unilateral», ya que según sostuvo en ese edificio se estaban «planificando actividades terroristas» y pensaban llevarse a cabo «intentos de magnicidio» contra su persona y contra la vicepresidenta, Delcy Rodríguez. Y definió a los asilados como «prófugos de la justicia venezolana que permanecen en la Embajada».
Brasil respondió que seguiría haciéndose cargo de la Embajada y la Argentina respaldó la decisión. «El gobierno brasileño recibió con sorpresa el anuncio del gobierno venezolano de que pretende revocar su consentimiento para que Brasil proteja los intereses argentinos en Venezuela», comenzó diciendo la Cancillería brasilera mediante un comunicado.
E indicó: «De acuerdo con las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares, Brasil permanecerá a cargo de la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que el gobierno argentino designe otro Estado aceptable para el gobierno venezolano para desempeñar estas funciones».
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL EN LA EMBAJADA?
El 14 de marzo pasado, Comando Venezuela publicó un texto en el que detalló la alarmante situación en la que se encuentran los cinco asilados.
Precisó que el generador de emergencia instalado en el edificio a principio de este mes dejó de funcionar por lo que estas personas se encuentran sin luz y sin agua. Además de que la comida se descompuso y quienes necesitan medicamentos no tienen acceso a ellos.
El generador se colocó el 2 de marzo luego de 100 días sin electricidad. Los asilados denunciaron que las fuerzas de seguridad no dejan que entre un técnico al edificio para que lo repare.
En consecuencia, usan el panel solar de un ventilador para cargar a medias los celulares.
Respecto al tanque de agua, está vacío y las autoridades no permiten que ingrese un camión cisterna. Si dejan que este camión entre, lo autorizan cada 12 o 15 días, «cuando a ellos se les da la gana y por tres minutos», afirmó Magallí y agregó: «Trae 10.000 litros de agua, pero a nosotros no nos bajan ni 2.000 litros».
Los asilados solo comen comida enlatada, el agua les llega a cuentagotas cada 15 días y además, viven con los gritos y amenazas de los hombres encapuchados que rodean la Embajada. Hay presencia de francotiradores.
Ante esta desesperada situación, Vente Venezuela pide de forma urgente la actuación de la comunidad internacional, ya que, se trata de una violación a los derechos humanos. Solicita que se verifique en persona la salud física, mental y emocional de los asilados, la cual está en riesgo y que se entreguen los salvoconductos.
¿QUÉ DICE LA OPOSICIÓN?
María Corina Machado republicó hoy en su cuenta de X una publicación de Vente Venezuela que recuerda que los cinco asilados son «¡REHENES en una embajada convertida en CÁRCEL!» y precisa que llevan «8.760 horas siendo rehenes».
En un vivo de Instagram, el 19 de febrero pasado, la dirigente aseguró que lo que sucede en la Embajada es «tortura pura y dura» y remarcó que «lo que está ocurriendo en la Embajada bajo tortura es lo que el régimen está haciendo en toda Venezuela».
Por lo tanto, la comunidad internacional «tiene el deber de manifestarse» y dejó en claro que es «monstruoso» que no lo hagan.
El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, recordó: «Hace un año, un grupo de venezolanos buscó refugio en la embajada de Argentina en Caracas» y subrayó: «Desde entonces, han sido convertidos en rehenes del régimen, aislados, privados de luz, agua y comida«.
«Un trato inhumano que refleja lo que viven miles de presos políticos en el país», recalcó
Y precisó: «Hasta hace poco, eran seis. Pero uno de ellos, quizás por las consecuencias de esas condiciones, falleció».
«Los demás han sufrido enfermedades, golpes, tortura psicológica y amenazas constantes, sin atención médica ni auxilio». afirmó
Y agregó: «Sus familias también son víctimas de este amedrentamiento, de un sistema que nos tiene a todos como rehenes«.
«Un país donde el agua y la comida son un privilegio, donde la represión no distingue entre una cárcel y una embajada sitiada», aseveró
y manifestó: «Exigimos el respeto a los derechos humanos y la liberación de todos los presos políticos. Venezuela no puede seguir secuestrada«.
En el vivo de Instagram de febrero, el exdiplomático calificó al asedio como «insólito».
Y cuestionó: «No escuché a ninguna misión o cuerpo diplomático venezolano expresarse»; se trata de un hecho que merece «el repudio de toda la comunidad internacional».
Para concluir, advirtió: «La democracia está bajo asedio».