Máximas expectativas ante el inminente anuncio que hará el presidente norteamericano Donald Trump, quien este miércoles 2 de abril dará lugar al “Día de la Liberación”, implementando una serie de aranceles destinados a reducir la importación de productos extranjeros en Estados Unidos.
Según fuentes cercanas a la Casa Blanca, la nueva política impondrá tarifas del 20% sobre la mayoría de los bienes importados, lo que generará miles de millones de dólares en ingresos adicionales para el gobierno. Sin embargo, expertos advierten que esta medida podría tener consecuencias económicas significativas.
Los analistas coinciden en que los aranceles elevarán los costos para los consumidores estadounidenses, afectando el precio de productos esenciales como alimentos, medicamentos y automóviles. Un informe de Moody’s Analytics estima que la economía de EE.UU. podría entrar en recesión por más de un año, con un aumento del desempleo por encima del 7%. Además, se prevé que el impacto en los mercados financieros sea inmediato y negativo.
Desde la administración Trump aseguran que los aranceles podrían generar más de 6.000 millones de dólares en nuevos ingresos federales, lo que representaría el mayor incremento impositivo en décadas. Algunos asesores han sugerido utilizar estos fondos para financiar devoluciones de impuestos o programas de compensación para los ciudadanos, aunque los detalles aún no han sido definidos. Trump también dejó abierta la posibilidad de negociar reducciones en los aranceles si otros países ceden en sus políticas comerciales.
El impacto internacional no se hizo esperar. Líderes de la Unión Europea, Canadá y China expresaron su rechazo a la medida, calificándola como una amenaza para la economía global. Mark Carney, primer ministro canadiense, anticipó represalias comerciales, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que los aranceles podrían generar una escalada inflacionaria. China, por su parte, señaló que la medida afectará el comercio internacional sin resolver los problemas económicos de EE.UU.
Trump defendió su decisión argumentando que busca proteger la industria y el empleo estadounidense. En una entrevista con NBC News, sostuvo que el encarecimiento de los productos importados fomentará el consumo de bienes fabricados en el país. “Espero que suban los precios, porque si lo hacen, la gente comprará coches estadounidenses”, afirmó. Además, anunció aranceles adicionales sobre fármacos, cobre, madera y petróleo, así como un impuesto del 25% sobre el acero y aluminio.
Aunque el presidente insiste en que la medida fortalecerá la economía nacional, varios economistas advierten que los consumidores serán los más perjudicados.
Goldman Sachs estima que el crecimiento económico de EE.UU. podría reducirse drásticamente en los próximos meses, mientras que expertos como Art Laffer y Phillip Braun alertan sobre un posible aumento en los costos de vida y una caída en la confianza del mercado. Con el “Día de la Liberación”, Trump apuesta fuerte por su estrategia comercial, pero la incertidumbre sobre sus efectos sigue creciendo.