Miles de personas se manifestaron este domingo en apoyo al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y para protestar contra el sistema de votación electrónica vigente desde 1996.
En Río de Janeiro, alrededor de 3.000 personas marchaban por la playa de Copacabana, la mayoría sin tapabocas y vestidas de amarillo y verde, los colores de la bandera brasileña.
«Lo que queremos es que los votos puedan ser recontados públicamente, que haya más transparencia, porque ya ha habido sospechas de fraude», dijo a la agencia de noticias AFP Ronaldo Calvalcante, un hombre de 46 años que se manifestaba en Rio.
En Copacabana, la playa más turística de Río, ondeaba una gran bandera brasileña con la inscripción «Patria Amada», el lema oficial del Gobierno de Bolsonaro, que fue izada en lo alto de una grúa.
El presidente no participó directamente en la manifestación, que también reunió a varios miles de personas en Brasilia, la capital, pero pronunció un discurso por videoconferencia en el que reiteró sus críticas al actual sistema de votación.
Un proyecto de ley con esta iniciativa está trabado en el Congreso, y es rechazado tanto por la justicia electoral como por la mayor parte de los partidos, incluidos los oficialistas.
El mandatario, investigado por la corte suprema por un escándalo de corrupción vinculado a la compra de vacunas contra el coronavirus, fustigó al Tribunal Superior Electoral (TSE) y dijo que las urnas electrónicas «no son confiables», por lo que quienes pierdan la elección de octubre de 2022 podrán hacer presentaciones no reconociendo los resultados.
El TSE rechazó las acusaciones y dijo que los votos son contados y fiscalizados públicamente.
Para los analistas, lo que el líder ultraderechista está haciendo es preparar el terreno para impugnar el resultado en caso de derrota, como lo hizo el expresidente estadounidense Donald Trump, de quien Bolsonaro es un ferviente admirador.
Esta insistencia de Bolsonaro por el cambio de voto y el anticipo de tender un manto de sospecha en los resultados de las próximas elecciones responde a las últimas encuestas que posicionan al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), como favorito a ganar las próximas elecciones.
Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), puede volver a ser candidato puesto que le fueran anuladas sus condenas debido a una persecución judicial demostrada por el Supremo Tribunal Federal.
Al respecto, Bolsonaro aseguró que una victoria de Lula da SIlva en las elecciones del próximo año sería producto del «fraude», datos que desmienten los sondeos.
El jueves, durante su Facebook Live semanal, el capitán retirado del Ejército y líder ultraderechista habló durante más de dos horas sobre su convicción de que hubo fraude en las dos últimas elecciones presidenciales, afirmando que él debía haber ganado en la primera ronda en 2018.
Sin embargo, reconoció que no tiene pruebas, pero sí «indicios» de que existe fraude con las urnas electrónicas que lo consagraron en 2018 y advirtió que podrá no reconocer los resultados de las elecciones de 2022 en caso de que no se cambie el sistema electoral como él quiere.
Al respecto, el TSE aseguró que el sistema actual es completamente transparente y nunca se vio empañado por irregularidades.