Mientras Ucrania sigue adelante con su contraofensiva para resistir a la invasión rusa, otras dos naciones vinculadas al mundo exsoviético se encuentran envueltas en un conflicto militar que parece escalar día a día.
Fuerzas de Armenia y Azerbaiyán, que mantienen un enfrentamiento limítrofe desde hace décadas, protagonizaron acciones que derivaron en la muerte de al menos 100 soldados durante los primeros días. Este martes, Armenia informó que sus bajas fueron 49.
La escalada llegó a tal punto que los Gobiernos de EEUU y Rusia salieron a pedir el fin de las hostilidades, ante el tempo que estos choques deriven rápidamente en una nueva guerra en el Cáucaso.
Según el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, varias ciudades de su país fueron bombardeadas por Azerbaiyán, como Jermuk, Goris y Kapan, y aseguró que se trata de “una provocación a gran escala”. En tanto, Bakú denunció haber sido atacada por Armenia.
Para Armenia el conflicto parte de la decisión de azerí de no querer negociar el estatus de Nagorno Karabaj, un enclave en Azerbaiyán cuya población es mayoritariamente de etnia armenia. Por el contrario, Azerbaiyán acusa a Armenia de realizar tareas de inteligencia a lo largo de la frontera y de mover armas. Ambos se señalan también por haber roto el alto el fuego este martes.
Como se señalaba, EEUU pidió moderación, tanto a Bakú como a Ereván. Lo hizo el secretario de Estado, Antony Blinken, quien afirmó: “Como hemos dejado claro desde hace tiempo, no puede haber una solución militar al conflicto. Instamos a poner fin a cualquier hostilidad militar inmediatamente».
Por su parte, Rusia también llamó a firmar un nuevo alto el fuego en la frontera. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso emitió un comunicado en el que sostiene que el conflicto «debe resolverse exclusivamente por medios políticos y diplomáticos».
Rusia es parte del problema: tiene una base en Armenia y desde 2020 cuenta con miles de efectivos en la frontera para sostener “la paz”, pero desde entonces Azerbaiyán ha logrado ganar territorio en el área de Nagorno Karabaj, con el apoyo de Turquía.
La situación es compleja, porque Rusia, que se encuentra replegando sus tropas en Ucrania, se reunió con las autoridades armenias para analizar medidas, mientras que el Gobierno turco habló con el canciller azerí, Jeyhun Bayramov, para pedirle a Armenia que pare con las provocaciones. De fondo, hay un potencial enfrentamiento entre Rusia y Turquía, país que se ofreció a mediar entre Putin y Zelensky.
Estos enfrentamientos preocupan a toda Europa. Y, en ese sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió evitar una escalada, un mes después de haberse reunido con los presidentes de ambos países para acercar posiciones y avanzar en un acuerdo de paz que, por el momento, parece lejano.
