Mohamed Roumei es un comerciante sirio que vive en Buenos Aires y que viajó a Damasco, su lugar de origen luego del terremoto. Esta mañana conversó con Ari Paluch en Radio Rivadavia y contó que en esa ciudad no hubo heridos a diferencia del norte de Siria, que está en la frontera con Turquía, que «fue la zona más afectada».
Al ser consultado acerca de cómo Siria está enfrentando las consecuencias de lo sucedido, el entrevistado fue claro y respondió: «Con lo que se puede». «Llegó ayuda de la Cruz Roja, de las Naciones Unidas y están intentando rescatar todo lo que se pueda», indicó y explicó que el terremoto tuvo lugar «en la madrugada con una ola de nieve y frío por lo que se dio todo junto». Además, agregó que «hay muchísimos refugiados que viven en condiciones precarias» y sin dudarlo aseveró que para esas personas «la desgracia es completa».
Foto: Reuters/ Ameer Hurputlu
A modo de ejemplo, precisó que «no tenemos ni nafta ni gasoil para que anden las maquinarias, no se consigue» por lo que «todo se complica», afirmó. Si bien destacó que «todo el mundo es solidario» y recalcó que «se agradece mucho», aseguró que «con la guerra le cambió la cara al país y con esto que pasó ahora, ya es voluntad de Dios» porque «nadie sabe qué va a pasar».
