Luego de una larga demora, finalmente Suecia logró convertirse en el aliado número 32 de la OTAN, el bloque militar occidental liderado por EEUU.
Tras la invasión de Rusia a Ucrania, el 24 de febrero de 2022, tanto Suecia como Finlandia rompieron su tradicional postura neutral en el Mar del Norte y el Báltico, y pidieron su ingreso a la Organización de Tratado del Atlántico Norte, como parte de su estrategia defensiva. También Ucrania había solicitado su membresía, y esa fue una de las razones por las cuales Vladimir Putin decidió su llamada “operación militar especial”.
El ingreso de Finlandia se produjo el año pasado sin mayores complicaciones, pero el caso de Suecia era especial. Turquía se oponía férreamente: acusaba al país nórdico de dar asilo a opositores políticos al presidente Erdogan, a los que considera “terroristas”. Además, había una discusión respecto a la legislación sueca respecto a la venta de armas. Suecia no accedió a entregar a los refugiados políticos, pero sí modificó sus leyes respecto a las armas, mientras que EEUU ayudó garantizando la provisión de aviones F-16 a Ankara.
Tras el visto bueno turco, solo restaba el aval de Hungría, y el Parlamento de ese país aprobó este lunes la adhesión de Suecia, poco después de la visita del primer ministro sueco, Ulf Kristersson (el viernes), a su par anfitrión, Viktor Orbán, con quien selló un acuerdo sobre armamento.
Los diputados húngaros aprobaron el ingreso por 188 votos a favor y 6 en contra. «Por fin está hecho, Suecia es el miembro número 32 de la alianza, y de esta forma la OTAN se ha hecho más fuerte», aseguró al Parlamento Agnes Vadai, legisladora del partido de la oposición Coalición Democrática (DK).
Por el momento, Rusia no se expresó respecto a esta incorporación, pero ya había dejado en claro que se trataba de una provocación por parte de Occidente. Todavía queda en carpeta un eventual ingreso de Ucrania, pero Putin ya sostuvo que, de concretarse, eso habilitaría a su país a una acción mucho más severa, porque pondría en riesgo su supervivencia. Esa amenaza incluye la posibilidad de utilizar armas nucleares.
(Con información de Reuters)